Sirio y Canopus

Capítulo 40: Una molestia.

—¡Bruno! ¡Bruno!— sigue llamándolo sin recibir respuestas. 

Luego de que Bruno se desmayara Natasha estuvo unos pocos minutos tratando de despertarlo pero sus intentos lo único que le habían demostrado era que no iba a despertarlo de esa manera. De repente se levantó y comenzó a caminar de lado a lado, no sabía qué hacer, sus nervios aumentaban cada segundo; de pronto se detuvo al recordar algo. 

—¡Las piernas!— dijo al recordar lo que le había hecho la cajera la vez que Bruno se había desmayado en la heladería. 

Inmediatamente Natasha comenzó a dar vuelta a Bruno para que este quede boca arriba, con fuerza tomó las dos piernas de Bruno y las puso sobre el reposabrazos del sillón para que queden elevados, rápidamente se acercó a la cara de él y puso su mano izquierda sobre su mentón y lo elevó según la cajera eso era para que pudiera respirar. 

Se quedó varios segundos en la misma posición pero al ver que aún con todo ese procedimiento Bruno no despertaba sus nervios se transformaban en angustia, no demoró para que cayeran sus lágrimas y nuevamente tenía miedo. 

—Vamos Bruno despierta— dice con su voz temblando —no sé que es lo siguiente, no sé que más hay que hacer— se agacha sin quitar su mano del mentón de él y se queda mirándolo de cerca —por favor despierta, tengo miedo y no sé que hacer— sus manos comienzan a temblar. 

Habrá sido por la pelea pensó con miedo, tomó su celular y con sólo su mano derecha comenzó a buscar en sus contactos a Emma, rápidamente comenzó a llamarla pero luego de varios segundos no obtuvo respuesta. ¡¿Por qué nadie atiende?! pensó luego de intentar llamar a Erik. 

En ese momento Bruno comenzó a abrir lentamente sus ojos, mientras trataba de recobrar la conciencia lo único que podría ver era el techo, luego de unos segundos giró su cabeza hacia Natasha y se quedó unos segundos viendo como ella estaba marcando algo en su celular, todo aún le daba vueltas pero ver nuevamente las lágrimas de Natasha lo preocupaba tanto que lo hacía orientarse enseguida. 

Como los intentos de llamar a los padres de Bruno no habían dado resultados, Natasha comenzó a marcar rápidamente la emergencia del hospital, estaba tan centrada en buscar la ayuda de alguien que no había notado que Bruno estaba despertando. Mientras intentaba marcar con una sola mano el número el temblequeo de ésta hizo que cayera su celular al suelo. 

—¡No ahora!— se queja mientras intenta tomar el celular, en ese momento la mano de Bruno se acerca hacia el brazo de la mano que le sostenía el mentón. 

—N-Natasha— dice en voz baja cuando por fin toca su brazo. 

Al escucharlo y al sentir su tacto lo miró enseguida y se encontró con la mirada de él, inmediatamente soltó su mentón y bajo sus hombros al sentir alivio, la tensión en su cuerpo nervioso se iba lentamente. Bruno se levantó lentamente y se quedó sentado en el sillón, luego de un segundo de verlo bien también se sentó. 

—T-tengo q-que llamar al hospital— dice nerviosa mientras se inclina para tomar el celular de suelo. 

—No— dice en voz baja Bruno mientras la detiene tomando su brazo. 

—¿Que?— dice Natasha y lo mira. 

—No es por la pelea ni nada— se lleva su mano hacia su cabeza —es algo que me pasaba desde niño, aunque hace años que se había detenido— explica y la mira. 

—No entiendo— sigue preocupada —¿Tienes algo?— se asusta —¿Es grave?— se acerca un poco más a él. 

—No, no— trata de calmarla —mi madre dijo que me hicieron pruebas y todo eso pero no encontraron nada, al parecer es algo psicológico— Natasha queda en silencio —simplemente de vez en cuando me desmayo de la nada, sin motivo alguno— baja la mirada —aunque esta vez varias fueron varias imágenes que aparecieron en mi mente las que hicieron que— eleva la mirada y nota que Natasha tenía sus ojos cristalizados haciendo que dejara de explicar cuales fueron las imágenes que hicieron que se desmayara —hoy fui bastante malo ¿Verdad?— hace una pequeña sonrisa —hice que te preocuparas tanto...