Capítulo 23: Mejillas coloradas

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El ambiente era perfecto para lo que ni siquiera sabían que iba a ocurrir, Bruno no entendía que le pasaba a Natasha pero tampoco se apartaba de ella, mientras que Natasha sólo se dejaba llevar, de pronto se escucha como se abre bruscamente la puerta en la entrada.

—¡Natasha!— se escucha la voz de Emma desde la puerta, cuando los dos la escucharon dejaron de hacer lo que hacían y se pararon enseguida queriendo ocultar que algo estaba pasando —¿pasó algo?— comienza a caminar hacia el living

—Mamá— le llama la atención Bruno cuando ella entró a donde estaban ellos —¿por qué saliste del trabajo?— comienza a caminar hacia ella mientras que Natasha seguía parada al lado del sofá 

—¿Cómo no iba a salir? con tu llamada pensé que pasaba algo— se preocupa mientras se acerca a Natasha —¿Estas bien?

—Sí— trata de sonreír para que no se dé cuenta que en realidad estaba un poco alterada —¿Por qué la televisión está con el volumen alto?— toma el control remoto de la mesita y pone en "mute" la TV. 

—Es que— iba a explicar Bruno pero le interrumpe Natasha 

—Quise mirar la TV y cuando la prendí tenía el volumen así de alto, justo entró Bruno— quería ocultar su miedo a los truenos 

—Sí, justo entré y le estaba preguntando como estaba, nos olvidamos de bajar el volumen— la cubre 

Emma los mira a los dos por varios segundos notando que había un extraño ambiente 

—¿Acaso interrumpí algo?— insinúa, inmediatamente Bruno y Natasha se pusieron nerviosos 

—No, nada— dijeron los dos al mismo tiempo 

—Iré a la habitación— se nota los nervios de Natasha, rápidamente camina hacia las escaleras para salir de esa situación 

Emma entrecierra los ojos y con sus dos manos sobre su cintura mira a su hijo, éste estaba en la entrada al living, eleva sus cejas tratando de parecer que no ocultaba nada 

—¿Por qué hiciste esa llamada entonces?— sigue indaganda.

—Porque...— mira hacia un costado tratando de buscar alguna respuesta poco sospechosa —porque me dí cuenta que Natasha iba a estar sola, por eso, entonces era preferible que saliera antes por las dudas— sonríe con disimulo 

—Aaah, bueno, ya cancelé las citas que me quedaban así que me quedaré— le informa y se dirige hacia las escaleras para ir a su habitación.

Mientras que  Bruno suspiró aliviado de que no se diera cuenta de nada comienza a recordar lo que acababa de pasar y sus mejillas pasaban a ser coloradas. 

Cuando Natasha llegó a su habitación cerró la puerta y se quedó apoyada sobre la misma, su rostro estaba completamente rojo, ¿por qué hice eso? pensó, llevó su mano derecha hacia su corazón que ya estaba calmándose. Aún seguía un poco nerviosa y por ello no podía ver a nadie en ese momento, para monitorear lo que pasaba fuera de la habitación puso su oreja sobre la puerta y se quedó allí esperando algún sonido, de repente sintió pisadas subir las escaleras, una vez en el segundo piso pudo distinguir que fue a la habitación de Emma por lo que debería de ser ella, enseguida escucho otros pasos entrar a la habitación de al lado por lo que debería de ser Bruno; suspiró y se alejo de la puerta. 

Se tumbó sobre la cama y se puso a pensar en lo que había pasado en el sofá, cuando las imágenes volvían como recuerdos le hacía sentir aún más nerviosa, ¿Ahora que hago para arreglar todo eso? Pensó al darse cuenta que a Bruno le debe de haber quedado dudas de por qué actuó así.

Sirio y CanopusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora