Cada vez se siente más cansada pero no debe parar de correr, una niña de unos 7 años corre por su vida en lo que parece ser un bosque en la noche, hay tantos árboles que apenas se puede ver el cielo, sus pies están descalzos, adoloridos por las ramas y piedras que la cortaron al correr pero este no es el mayor problema para ella. Cada vez está más y más agitada, su respiración se entrecorta y las lágrimas no dejan de caer mezclándose con el sudor no sólo por cuánto había corrido sino también por culpa del calor sofocante de aquella época del año llamada verano. Su vestido rosa se engancha con la rama de un árbol caído haciendo que se detenga abruptamente, intenta desengancharlo sin resultado por lo que decide romper el vestido, no podía permitirse que la atrapara, la angustia crecía cada minuto, era impensable poder asimilar lo que había visto antes de echarse a correr. Siguió escapando con todas sus fuerzas, no importaba lo desorientada que estaba, ella debía de escapar, pero su pequeño cuerpo ya no daba a basto, ya había llegado a su límite, dar un paso más era casi imposible para ella quién no encontraba salida por ningún lado, en ese momento de desesperación no podía pensar más que en aquel niño. Tras ese lapso sin movimiento por parte de la niña una mano sale de la nada tomando la suya, "no dejes de correr" fue lo que escuchó, y cuando vio quién era, aquel niño estaba allí, aún en el medio del peligro su corazón se había tranquilizado un poco ya que no lo habían atrapado a él, aquel niño de edad similar era su fuente de confianza, su protector, su cómplice, lo era todo. Pero... ¿de qué están escapando estos dos niños?, ¿qué fue lo que vieron? ¿o qué hicieron? la respuesta aún no es conocida... de repente él dejó de correr por consiguiente ella también, dio la media vuelta, ella no podía verle muy bien el rostro, estaba borroso, como si hubiera olvidado su cara, aún así ella no sentía miedo, él se acerca lentamente al oído de la niña y con una voz dulce y suave le dice "es hora de despertar Natasha".
Natasha rápidamente de despierta y se sienta en la cama, otra vez estaba agitada, sudando, y con lágrimas en los ojos
—De nuevo este maldito sueño — dijo molesta, llevando sus manos a la cabeza, y luego se quita las lágrimas
"Es hora de despertar Natasha", "es hora de despertar Natasha" se repite la alarma de aquella chica, a lo que la apaga inmediatamente
—Otra vez desperté antes de que suene la alarma — dijo dejando su cama, y yendo hacía el baño
Natasha ha tenido este mismo sueño repetidas veces estos dos últimos meses, pero ella no recuerda a ningún niño, no recuerda haber estado en aquel bosque y menos en la noche, tampoco haber estado corriendo peligro en su infancia, aunque la primera vez que lo soñó le sorprendió lo real que se sentía, ahora no pasa de ser un sueño más.
Luego de terminar de prepararse para ir al colegio, esta chica de 17 años se acerca hacia la ventana de su habitación, como lo hace todos los días para poder ver al chico de la casa vecina, a Johnatan. Corre la cortina beige lentamente y allí lo ve, a través de la ventana de aquel chico, la habitación de los dos quedan frente a frente teniendo cada uno una vista perfecta de la habitación del otro, se ve que él también está vestido con el uniforme del colegio a punto de salir, cuando pone su mochila al hombro da media vuelta y por la ventana la ve a ella, los dos sonríen y se saludan con la mano, él le hace señas preguntándole si ella ya está lista, siendo la respuesta de Natasha afirmativa. ¿Cuantas veces han hecho lo mismo? ya es una rutina, cuando él se mudó allí hace 3 años ni se hablaban, ella siempre tuvo problemas para entablar amistades, no sentía la necesidad de mantener relación alguna con alguien, pero cuando Johnatan llegó todo cambió, para Johnatan fue casi lo mismo, él era nuevo, nadie le hablaba pero gracias a que los dos se sentaban uno al lado del otro en el salón comenzaron a conocerse, aunque en realidad sentían que ya se conocían de toda la vida, y ahora son los mejores amigos que podrías conocer, el problema es cuando los sentimientos en uno de los dos comienza a crecer más y más superando la etiqueta "mejores amigos" en este caso Natasha fue la primera en superar esa etiqueta, no hay persona en la que más confié que en Johnatan, no hay persona con quién se sienta más a gusto que con Johnatan, lástima que ella decidió nunca decirle sobre sus sentimientos.
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Sirio y Canopus
RomanceDesde que Natasha y Bruno se conocieron comenzaron a experimentar sentimientos extraños, amor, tristeza, nostalgia, acompañado de sueños muy parecidos. Sus personalidades cambian completamente cuando están juntos, si bien ninguno lo pregunta en voz...