Capítulo 43: Resentimiento

192 25 32
                                    

La expresión del rostro de la madre de Natasha no era una buena pero ésta empeoraría, Natasha se quedó un segundo mirándola y enseguida que salió del shock le cerró la puerta en la cara para luego cerrarla con la llave. 

—¡¿Que estás haciendo?!— grita sorprendida Jennifer al recibir el portazo de su hija —¡¿Cómo puedes cerrarme la puerta así?!— grita nuevamente, el humor que traía no era uno bueno y el ser recibida de esa manera lo empeoraba. 

—¡¿Madre?!— dice Bruno sorprendido en voz alta. 

Estaba parado al lado del sofá, al escuchar a Natasha decir "madre" se había levantado enseguida. 

—Shhh— se acerca a él —tienes que irte sin que te vea— dice tratando de ordenar sus ideas. 

—¡Natasha!— sigue gritando Jennifer desde la puerta —¡abre la puerta!— comienza a golpear la puerta. 

—Ok ¿Cuál es el plan?— pregunta al verla recoger las cosas de la mesa. 

—Recoge eso y sígueme— le indica mirando las demás cosas sobre la mesita. 

Bruno recoge las cosas de la mesa y comienza a seguir a Natasha que caminaba rumbo hacia la cocina mientras que su madre seguía llamándola y golpeando la puerta. 

Por más que hace años que Jennifer no regresaba a esa casa aún mantenía las llaves de allí pero como había empacado todas las cosas de apuro no sabía en cuál de todas las maletas las había puesto; en realidad ella esperaba que Natasha le abriera la puerta. 

—Quédate en el patio de atrás— dice dejando las cosas sobre la mesa de la cocina —cuando mi madre entre junto con todas las maletas la llevaré lo más lejos de la puerta— salen los dos al patio de atrás— y tú vas hacia esa esquina— le indica con la mano la una de las esquinas de la casa —el pasillo de ahí te lleva hacia la parte de adelante de la casa y te vas enseguida— termina de explicar su plan. 

—Ok— responde en voz baja. 

—Luego te hablo— le sonríe. 

Rápidamente Bruno le da un pequeño beso en los labios.  

—Trata de estar bien— dice preocupado, por las pocas cosas que sabía de la madre de Natasha no le gustaba la idea de que de repente apareciera. 

Natasha asiente con la cabeza y luego de mirarlo por unos segundos entra a la casa en dirección a la puerta, al llegar a ella antes de abrir dio un gran suspiro debía enfrentar a su madre. 

—¡¿Se puede saber por qué me cerraste la puerta en la cara?!— dice enojada mientras entra con dos maletas, una en cada mano. 

—Quería ordenar un poco antes de que entraras— toma las otras dos maletas y un pequeño bolso para entrarlas, luego cerró la puerta.

—¿Por qué no contestaste mis mensajes?— pregunta mientras camina deteniéndose en las escaleras —Ni mis llamadas— se da la media vuelta. 

—Ah— deja las maletas al lado de las escaleras —no tenía batería— miente. 

—Me imagino— dice como si no le creyera. 

En ese momento en que Bruno escuchaba sus voces dentro de la casa realizó el plan que Natasha le había dicho, cuando ya estaba saliendo hacia la calle se dio la media vuelta y le dio un último vistazo a la casa, estaba muy preocupado por Natasha pero sabía que no debía estar en medio, luego de un suspiro comenzó su camino hacia su casa. 

—¿Qué haces aquí?— pregunta seria. 

—Es mi casa también— dice mirando alrededor. 

Sirio y CanopusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora