—Caroline, en realidad- — Bruno la aparta para poder verla a la cara, quería decirle que su llavero ya hacía juego con el de Natasha pero fue interrumpido.
—¡Ah! ya terminó mi hora libre— se escapa, sabía que iba a mencionar algo de Natasha —Nos vemos— le sonríe y comienza a irse.
—¡No!— intenta detenerla —quería decirte- — sigue gritando para que lo escuche pero ésta no deja de caminar y entra a su trabajo, desde dentro le sonríe y le saluda con la mano, él también le devuelve el saludo pero no le nace sonreír.
Bruno quedó unos segundos frente a la ventana del local, viendo como Caroline ya comenzaba con sus tareas, quería decirle que el llavero lo había comprado junto con Natasha pero tampoco quería molestarla en su trabajo.
Luego de un suspiro comenzó a irse de allí, con el ceño fruncido y lleno de pensamientos era la primera vez que se sentía así con respecto a Caroline, estaba un poco enojado. Quería que aquello de los llaveros quedara entre Natasha y él, ahora que Caroline tenía uno también no quería que Natasha pensara que lo hizo a propósito, lo que Natasha pensara era algo importante para él por eso sacó el celular de su campera y marcó el número de ella.
—¡Hola!— responde emocionada Natasha, estaba estudiando pero la sorpresa de la llamada de Bruno la llenaba de emoción.
—Hola— se nota su voz seria.
—¿Pasó algo?— frunce el ceño.
—Quizás no sea de importancia pero tampoco quiero ocultarlo— comienza, estaba un poco nervioso —Caroline tiene llavero de luna igual al tuyo para hacer juego conmigo— Natasha abre sus ojos.
—¿Qué?— lo primero que se le había venido en mente era que Bruno había comprado esa luna para Caroline haciendo que se sintiera mal.
—No sé, me llamó para verme y ya tenía el llavero— cuando dijo eso Natasha suspiró de alivio con una sonrisa.
—¿Y por qué me avisas?— trata de parecer indiferente, pero en realidad le interesaba mucho.
—Es que... No quería confusiones— comienza a sentirse estúpido por aclarar estas cosas, creyendo que a Natasha no le importaría en lo más mínimo.
—Gracias por decírmelo— estaba contenta de que le hubiera avisado de eso —y por preocuparte por mí— aquella llamada la había hecho sentir importante.
Bruno se sorprendió por su respuesta, pensaba que se le iba a reír por el hecho de informarle de algo irrelevante pero la actitud de ella lo había desconcertado un poco; cuando fue a responder Natasha había cortado la llamada.
Natasha estaba sentada en la silla de la sala de estudio con una sonrisa gigante mientras miraba la pantalla de su celular, no le importaba que Caroline tuviera un llavero igual al suyo, le importaba que Bruno haya sentido la necesidad de decírselo.
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Natasha salía de su casa para dirigirse al colegio, miraba hacia todos lados para ver si se encontraba con Johnatan, cuando salió por fin a la vereda vio que efectivamente Johnatan la estaba esperando.
Lentamente caminó hacia él, su cara estaba seria pues no sabía como él se sentía y lo que había pasado el día anterior la hacía sentir mal.
—Hola— dice seria.
—Hola— sonríe.
—Veo que no tuviste reunión— los dos comienzan a caminar.
—Tenía sí, pero no quise ir— se encoge de hombros.
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Sirio y Canopus
عاطفيةDesde que Natasha y Bruno se conocieron comenzaron a experimentar sentimientos extraños, amor, tristeza, nostalgia, acompañado de sueños muy parecidos. Sus personalidades cambian completamente cuando están juntos, si bien ninguno lo pregunta en voz...