Lo que encontraron al salir fuera entraba dentro de la categoría desastre de proporciones épicas. Un grupo de veinte aurores (reconocibles por sus túnicas) se batía con fiereza con unos sesenta magos encapuchados. En el suelo yacían más de treinta cuerpos, la mayoría aurores. Harry sacó las garras y se metió de lleno en el grupo de atacantes, desgarrando, triturando y masacrando a cuanto enemigo se le cruzara. Los aurores parecieron recobrar el ánimo e intrensificaron su ataque. Sabían quien era la persona bajo la forma del lince y aquello les devolvió la esperanza de poder acabar con aquella locura.
Los atacantes se recuperaron pronto de la sorpresa y pidieron ayuda a los que estaban dentro. Unos treinta magos encapuchados respondieron al llamado. Una de las figuras agarró a uno de los recién llegados.
-¿Dónde están los demás?
- No queda nadie de los nuestros en pie ahí dentro. Kingsley llamó a la maldita Orden del Fénix y nos vimos superados rápidamente.
-Mierda. La cosa no debió salir así. Tendríamos que haber acabado con esos malditos mortífagos rápidamente, crear algo de caos y marcharnos. No vernos envueltos en una jodida batalla campal.
Se vieron interrumpidos por la repentina llegada de un lobo albino gigantesco que arrasaba con cualquier mago que se cruzara. Y si el lobo de por sí ya resultaba mortífero, la joven que iba en su lomo resultó letal. Varita en mano fue tumbando a todos aquellos que no llevaran la túnica de auror.
-¡RETIRADAAAA!
Los pocos atacantes que aun se mantenían en pie se fueron desapareciendo rápidamente. Harry recobró su forma humana y corrio hacia los aurores.
-¿Cuántas bajas?
- Más o menos unos quince muertos. Luego hay varios muy graves que no se yo si sobrevivirán y el resto son solo heridas leves.
- Bien. Quiero que imposibiliteis a aquellos de los atacantes que aun estén con vida. Y quiero fotos de todos ellos. Muertos incluidos. No quiero que se pase por alto ni el más mínimo detalle. Quiero llegar al corazón de ese maldito grupo.
- Cuentan con el apoyo de muchos.
- ME IMPORTA UNA MIERDA SI TODO EL PUTO MUNDO MAGICO ESTA A FAVOR DE ESA GENTUZA. SI TENGO QUE PASAR POR ENCIMA DE TODOS, LO HARÉ. PERO NO VOY A PERMITIR QUE ESOS PSICÓPATAS SIGAN MASACRANDO A INOCENTES. SI ME TENGO QUE CONVERTIR EN EL PUTO VOLDEMORT PARA PARARLES LOS PIES, TENED POR SEGURO QUE NO ME TEMBLARÁ LA MANO. SI QUIEREN MIEDO, INSEGURIDAD Y TORTURAS, QUE SE LO PIENSEN BIEN, PORQUE COMO ME SIGAN TOCANDO LAS NARICES ES LO QUE VAN A TENER.
Los aurores se apresuraron en obedecer las órdenes de Harry, que se masajeaba las sienes.
- Creo que en Bélgica no te han oído, Potter. -Draco apareció a su derecha, llevando a Hermione de la mano. La chica había perdido el chal que cubría su espalda, tenía el vestido sucio y desgarrado y el pelo corto completamente enmarañado. El ex mortífago, en cambio, estaba impoluto, como siempre.
- Lo siento, pero esta panda de psicópatas saca lo peor de mi. ¿Sabeis algo de Blaise y Sinistra?
- A eso íbamos cuando te hemos oído berrear -Draco miró a los prisioneros y a los aurores que recogían todas las pruebas que por allí había y fotografiaban a todos los asaltantes.- Parece que los has impresionado. Nunca había visto a los aurores tomarse tan en serio algo.
- De vez en cuando ser el jodido Niño que vivió sirve para algo.
Apresuraron el paso, deseosos de encontrarse con sus amigos. El salon donde se había realizado la subasta estaba completamente destruido. Un grupo de medimagos atendía a los numerosos heridos. En un rincón habían colocado los cuerpos de las víctimas mortales. Draco no pudo evitar un profundo suspiro. Aquello era terriblemente similar a la imagen del Gran Comedor después de la ultima batalla.
