Draco no durmió absolutamente nada la noche después del beso de Granger. No sabía si sentirse molesto, asqueado, sorprendido o una mezcla de las tres cosas. Después de meditarlo unas cuantas horas, decidió que aquello había sido raro y un tanto desagradable. Porque, enfermo o no, él era un Malfoy y como tal, no podía permitir que una sangre sucia, una impura, se tomara tantas confianzas con él, infinitamente superior en todos los sentidos. Aunque, siendo justo con la chica, él había dado pie a aquella situación, por lo que no podía reprocharle nada a ella. Aturdido, decidió escribir a Theo y Blaise. Cogió pergamino y pluma y comenzó a escribir.
"Hola, desgraciados gusarapos que os hacéis llamar mis mejores amigos:
¿Qué tal todo por allí? Seguramente infinitamente mejor que aquí. Las cosas se están saliendo de madre. Ahora estoy viviendo con San Potter, la sangre sucia, mi tía Andrómeda y Teddy Lupin. ¡Toda una fiesta! Aunque no me puedo quejar, pues la otra alternativa era una cómoda, mohosa, húmeda y lúgubre celda en Azkabán.
Sí, ya sé que me declararon inocente (ahora, mientras escribo esto, os estoy viendo, gritando y maldiciendo a esos hijos de perra del Ministerio), pero la situación económica del Ministerio es más bien desastrosa y están desesperados por echarle el guante a toda mi fortuna. Pero tranquilos, no les voy a dar el gustazo.
La convivencia con Potter no es tan mala como penaba. Cuando deja a un lado sus ínfulas de héroe y todo su victimismo, resulta hasta simpático. ¡Incluso tiene sentido del humor! Las cosas con la sangre sucia son más bien raras. Ya no nos peleamos como en el colegio. (No de manera tan agresiva y dañina) pero tampoco somos amigos. Por mi parte creo que hemos llegado a un pacto silencioso de no agresión. Pero por su parte… creo que está confundiendo las cosas y cree que podemos llegar a algo más que simples conocidos. Y sí, reíros, pero ella está intentando llegar a algo más… íntimo y personal. (No pongáis esas caras que, más tarde o más temprano, os tendré delante y os haré pagar todas esas risitas y sonrisitas).
Tengo malas noticias: la familia Greengrass ha sido masacrada. Fueron torturados con verdadero sadismo. Sobre todo Astoria. He puesto a trabajar a Kingsley y los Aurores, pues al ser Astoria mi prometida, he podido emprender acciones legales contra esos locos sádicos e inhumanos.
Pero lo peor es que la comadreja está metida en las Razzias. Sí, ese cabronazo de Ronald Weasley está participando muy activamente en las matanzas. Ayudó en el asesinato de mis padres y en el de los Greengrass. Incluso apostaría todo mi oro a que también participó en las muertes de tus padres, Theo. Ni se te ocurra volver, Nott, porque no tengo ganas de asistir a tu entierro. Tarde o temprano pagarán. Lo juro por el honor de los Malfoy.
Cambiando de tema, mis clases como auror no van tan mal. Intentan hacerme la vida imposible para que pierda los papeles, pero no lo consiguen. Al revés. He conseguido hacerme más fuerte, a pesar de tener la mano derecha completamente inutilizada. Eso les hizo frotarse las manos durante tres semanas, pensando que me iban a machacar. ¡ERROR!. He aprendido a utilizar la izquierda de tal manera que parezco zurdo de nacimiento. ¡Que se jodan!
Bueno, malos amigos. Os dejo con la esperanza de recibir aunque sea una mísera y raquítica carta vuestra.
Draco."
Dobló el pergamino, lo selló y llamó a Kreancher, que apareció ante él con un sonoro "cranck".
-Manda esta carta a Theodore Nott en cuanto puedas –el elfo cogió el pergamino con mucho cuidado- Gracias, Kreancher.
-Es todo un honor ayudar al joven Malfoy.
Con una ligera inclinación, volvió a desaparecer, dejando solo a Draco, que decidió intentar dormir un poquito, rezando a Merlín por no tener pesadillas ni soñar con la sangre sucia. Soltando un suspiro, cerró los ojos.