CAP. 30

4.8K 236 107
                                    

Lo sé. No tengo perdón, ni de Merlín ni de Dios, Buda y quien quiera que esté por allá arriba. (Vergüenza cae sobre esta escritora. Snif, snif).

Siento mucho haberme tirado tanto tiempo sin actualizar, pero entre médicos, niño, comunidad de vecinos (¿Habéis visto alguna vez La que se avecina y Aquí no hay quien viva? Pues algo por el estilo), fiestas y conexión a Internet con muletas y casi paralítica, no he podido subir capítulo hasta ahora, y eso que lo tenía prácticamente terminado desde hacía tiempo.

Después de esta autoflagelación, espero que os guste, que disfrutéis, y os doy mi más solemne palabra de que a partir de ahora, como mucho tardaré dos semanas en subir entre capítulo y capítulo.

Muchos diréis que menuda jeta, pues hay unos cuantos one shots en mi perfil. Pertenecen a retos del foro, subidos desde el móvil (4 pulgadas de pantalla), cosa arto complicada y horrorosa para la vista. Pero ahora ya puedo utilizar mi amado y viejito ordenador y lo dicho, no más ausencias por meses.

Una muy arrepentida autora.

0oooooooooooooooo0oooooooooooooo0

Después del incidente con la ex enfermera de la Academia, tuvieron unas semanas de total y absoluta calma. Por una parte, Draco agradeció aquello. Había llegado a un punto en el que había temido seriamente no sobrevivir. Potter acertó al otorgarle el título de “Pupas Oficial de la Familia”. Hasta ese momento, en el que pensaban que aún estaban dentro de algún retorcido y loco entrenamiento de aquella Academia de chiflados. Permanecían estáticos, contemplando fijamente el tablero donde se colgaban los anuncios en la Academia.

-Están de broma.

-Parece que van en serio.

-Me niego. Antes busco un dementor y dejo que me bese.

Las expresiones de Potter, la sabelotodo y él debían ser épicas. No podían dejar de mirar aquel pergamino sujeto mágicamente al corcho. En su ingenuidad pensaban que, si lo miraban sin parpadear, desaparecería como un mal sueño. Pero no. El puñetero papel seguía allí, riéndose de ellos.

-Creo que no nos queda de otra. –Harry suspiró, resignado. Después de haber sufrido durante años mil y una calamidades, aquello no podía ser tan malo.

-¿Te has vuelto loco? –Hermione lo miró con los ojos abiertos como platos.- ¿Sabes lo que significa asistir a “Eso”?

-Repito. No puede ser tan malo.

-Ya me dirás tu opinión cuando lleves en ese lugar media hora, Potter –Draco dio media vuelta y se alejó de aquel maldito lugar. Fijo que iba a tener pesadillas esa noche por culpa del dichoso pergamino. Hermione le siguió a la carrera y Harry no tuvo más remedio que imitarla. Allí dejaron el origen de sus nuevos pesares.

“POR ORDEN MINISTERIAL, TODOS LOS ALUMNOS DESDE PRIMERO HASTA ÚLTIMO CURSO, DEBERÁN ASISTIR AL BAILE DE GALA DE LAS    DAMAS DE LA ANCESTRAL ORDEN DEL LIRIO.

SE RECUERDA QUE ES OBLIGATORIO VESTIR DE GALA.

EL EVENTO SE LLEVARÁ A CABO EN EL ANTIGUO PALACIO DEL LIRIO EL SABADO 22 A LAS OCHO DE LA TARDE.

SE RUEGA PUNTUALIDAD Y BUENOS MODALES.

TODO AQUEL QUE SE NIEGUE A PARTICIPAR RECIBIRÁ UNA PENALIZACIÓN DEL CUARENTA POR CIENTO DE SU NOTA FINAL”

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOoOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOo

Su entrada en Grimauld Place fue mortalmente silenciosa. Ginny los miró fijamente, asustada.

BAJO LA SOMBRA DEL MORSMORDREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora