POV Marianne
No lo puedo creer después de todo lo que pasó entre nosotros estas últimas horas todavía se digna a recordarme que quiere ese heredero lo antes posible, aparte fue el el que se puso condón, yo no se lo pedí, aunque me alegra ya que no se con cuantas mujeres se ha metido, le pediré un examen de sangre para saber que está limpio y una vez tenga ese papel en mis manos, lo podremos hacer sin protección, no pienso arriesgarme a contraer una enfermedad de transmisión sexual por su culpa, las veces que lo hice con mi ex siempre nos protegimos y nos hacíamos exámenes cada cierto tiempo, nunca esta de mas prevenir.
Me encerré en la habitación de huéspedes de la casa, me metí a bañar aunque mi ropa se encontrara en la maleta en el cuarto principal, me envolví en la toalla una vez salí de la ducha donde descargue toda mi frustración, y me dirigí a la cama donde me deje caer, no sé en qué momento me quede dormida, pero unos golpes en la puerta me despertaron, voltee a ver la ventana y observe que ya es de noche.
-Marianne abre la puerta, tienes que comer- hablo mi esposo del otro lado de la puerta.
No conteste, solo me volví a poner la toalla, agarre mi ropa que se encontraba en el baño y salí de la habitación pasado por su lado sin decir palabra alguna, me dirigí a la habitación donde se encuentra mi maleta y saque mi pijama de Harry Potter que consiste en un pequeño short estampado con cartas de Hogwarts y una playera con el escudo de la escuela de magia.
Sabía que Mikhail venia detrás de mi, por lo que tome mi pijama y me dirigí al baño de la habitación, el hecho de que ya me haya visto desnuda no quiere decir que tiene ese derecho.
Salí del baño y me dirigí a las escaleras para bajar por algo de comer, como había dicho MIkhail no he probado bocado en todo lo que llevamos aquí y mis tripas ya estaban reclamando el no haberlas alimentado.
-Marianne, perdóname se que me pediste no forzarte a acostarte conmigo pero no puedo negar que tu cuerpo es una maldita tentación desde que nos acostamos en el jet- dijo tomando asiento en la isla de la cocina viendo cómo preparaba un sándwich.
-No me importa lo que pasó en el jet, total ese es mi trabajo no?, solo te digo que no voy a tener sexo contigo sin protección hasta que no te hagas un examen que me demuestre que estas libre de enfermedades de transmisión sexual, no me voy a arriesgar a que me contagies- dije fría, volvía a esa faceta.
Vi como su semblante cambio a una de sorpresa y luego a uno de enojo.
-Y quién me asegura que tu no tienes alguna enfermedad?-preguntó levantándose de su asiento.
-No las tengo- dije en tono serio.
-Como te lo voy a creer si lo mas seguro es que te revolcabas con quien se te pasara enfrente en Italia- dijo sarcástico.
Mi mano viajó hasta su mejilla provocando un sonido seco.
Subí a la habitación principal, tome mis cosas y salí directo a la habitación donde me bañe, azote la puerta nuevamente y me desplome sobre esta soltando las lágrimas retenidas.
Sabía que esto era muy bueno para que sea verdad, como pude pensar que en verdad cambiaría y no me obligaría a acostarme con él, lo único que le importa es cumplir con ese maldito testamento, como fui a caer en sus garras.
Sabía que esto era una mala idea, venir con él cómo puede creer que haciendo esta especie de luna de miel lo voy a querer, la boda fue por que me obligó a eso y no porque nos amamos, siempre soñé que me casaría con el hombre de mi vida, con un hermoso vestido blanco y un lugar hermosos rodeado de todos nuestros seres queridos pero qué fue lo que conseguí, una "boda" en un despacho rodeados de nuestros hermanos y él abogado, nada de ceremonias bonitas y seres queridos, ni mis papás sabían que me case, con que cara se los diría, "Hola mamá, papá a que no adivinan, me case con mi supuesto jefe, a se me olvidaba es jefe de la mafia rusa y quiere que le dé un heredero lo antes posible"presiento que los decepcionare.
ESTÁS LEYENDO
La propuesta que no podrán rechazar
Teen FictionEs una novela creada por tres escritoras, esperemos que en un futuro esta novela se convierta en una trilogía. Todas para una y una para todas, era el lema siempre recitado por mis hermanas y por mi, todo antes de que unos dementes nos secuestraran...