Allisson en multimedia.
POV: Marianne
No se en en qué momento me quede dormida, al igual que mis hermanas, acabo de despertar por los sollozos de diferentes personas, me duele la cabeza horrores y mi boca se encuentra seca, maldita cruda, por eso no me gusta tomar.
Abrí los ojos y vi un poco borroso, parpadee un par de veces y al ver que no funcionaba talle mi ojo con el dorso de mi mano, enfoque el lugar donde me encontraba, lo que vi me dejó helada.
Era un especie de almacén de grandes techos de lámina, el frío entraba sin problema, a lo largo del lugar se ubican muchísimas jaulas individuales, la mayoría tenía niñas, otras jóvenes de más o menos mi edad y también habían muy pocas señoras, pude divisar a mis hermanas en las jaulas enfrente de la mía, estaban en ropa interior, voltee a ver mi cuerpo y estaba en las mismas condiciones, mis ojos se humedecieron y dejé escapar un pequeño sollozo, respire unas tres veces antes de hablar.
-Vico, Len despierten- dije con mi voz roca.
Trate de hacer saliva para mojar un poco mi garganta y hablar un poco más alto.
-Len, Vico- dije un poco más fuerte.
Se empezaron a mover, cuando por fin despertaron estaban tan desorientadas que no captaron que estaban en un lugar que no es nuestra casa.
-Vico, Len, se encuentran bien?- dije preocupada.
-¿Anne dónde estamos?- dijo Vico tratando de cubrir su cuerpo con sus manos.
-No lo sé, acabo de despertar- dije viendo a mi alrededor, pude notar que estamos en las jaulas de en medio del almacén.
-¿Que nos paso?- dijo Len llorando.
-Tranquilas, estaremos bien, tranquilícense- dije sacando mis brazos por los barrotes para que tomaran mis manos.
-Como puedes decir eso, no sabemos donde estamos ni como llegamos aqui, lo ultimo que recuerdo es estar bailando con Luka en Fire Clouds- dijo Len llorando sobre su hombro ya que tenía su mano unida con la mía y la otra con la de Vico.
-Recuerdo que le di la dirección al taxista y de ahi no me acuerdo de nada- dije tratando de no llorar, tengo que ser fuerte por ellas.
Nos quedamos calladas un buen rato tomadas de las manos, sus jaulas estaban juntas por lo que podían agarrar sus manos sin ningún problema.
No se cuanto tiempo paso hasta que una vocecita me hizo estrujar mi corazón, ya nos habíamos soltado las manos, pero ellas seguían abrazadas a través de los barrotes.
-Quielo a mi mami- dijo la vocecita llorando.
Enfoque la jaula que se encontraba a mi lado y divisie a una niña de no más de 5 años llorando en una esquina, tenía puesta una playerita blanca y sus calzoncitos.
-Hey ven aqui nena- dije arrastrándome hacia su lado.
-Quielo a mi mami- dijo repitiendo lo anterior.
-Yo se que pronto saldremos de aquí, ven cariño- dije pasando mi brazo por los barrotes hacia su lado.
La pequeña se acerco a mi lado y la abracé como pude, mientras le acariciaba el cabello para que se tranquilizara.
-¿Cómo te llamas cariño?- dije sin dejar de acariciar su cabello.
-Allisson, pelo mi mami me dice Ally- dijo abrazandome.
-Bien Ally, prometo que saldremos de aquí- dije abrazandola mas fuerte- ahora trata de dormir yo cuidaré que no pase nada- dije tratando de pasar una de mis piernas por los barrotes para que la ocupará de almohada.
ESTÁS LEYENDO
La propuesta que no podrán rechazar
Roman pour AdolescentsEs una novela creada por tres escritoras, esperemos que en un futuro esta novela se convierta en una trilogía. Todas para una y una para todas, era el lema siempre recitado por mis hermanas y por mi, todo antes de que unos dementes nos secuestraran...