La boda del año.

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Jason Grace, era el hijo del intendente de la ciudad, un acaudalado hombre de negocios. Zeus Grace, padre de Jason, era uno de los hombres más pudientes del gran pueblo que era Nueva Roma, todo lo que el hacia o decía era la ley. Y como tal, esperaba que sus hijos hicieran lo que el decía.

—Te vas a casar mañana —Sentenció su padre.

—Claro —Había aceptado Jason, pero en su mirada se veía que eso no era lo que deseaba.

Su padre había acordado por supuesto casarlo con una muchacha de una buena posición social. Esto estaba acordado desde que Jason tenía uso de razón, el nunca se había quejado de esto, o dicho algo al respecto.

La boda se iba a llevar por todo lo alto, todo el pueblo estaba enterado e invitado a la boda, sería una gran ceremonia, la novia vestida de blanco,  los demás con sus mejores trajes y vestidos, no podía ser lo menos. Las calles también se engalanarian.

—¿De verdad te casaras? —Preguntaba Thalia, su hermana mayor que también se había tenido que casar obliga años atrás.

—Si —Susurro el, pero ella dudaba de lo que el decía. Aún así, no insistió.

Al día siguiente, el ambiente de fiesta se sentía por todo el pueblo, los niños corrían en sus mejores trajes, las niñas en vestidos elegantes, las campanas de la iglesia comenzaban a sonar, repicaban con gran potencia, llamaban a todos para que fueran testigos de la boda del año.

Jason estaba vestido en su elegante traje de color gris, acomodaba su corbata y cargaba una maleta con él, pues después de la ceremonia se irían a la luna de miel. Empacó en la noche, según olvidando la luna de miel.

—Te aseguro que será lo mejor —Decía su padre, el rubio asintió sin más sonriendo.

Ya estaban delante de las puertas de la iglesia, adentro se podía ver el movimiento de las personas, las carrozas afuera estaban con caballos impacientes, apenas y contaban con autos, el del intendente y el del herrero, eran los más modernos que habían.

Se bajo del auto con su maleta de cuero, le hizo una señal a su padre de que se adelante, se quedó completamente sólo. Miro a todos en el lugar y busco con la mirada a alguien, este le sonrió y asintió.

El rubio camino con parsimonia hasta llegar a la parte de atrás del auto que lo había traído, sostenía en su mano la maleta de cuero que traía, el viento soplaba en su rostro, una sonrisa divertida crecía en sus labios. Observo el auto desde su punto, la luz del sol iluminando su rostro, dándole un aire de una tranquilidad sepulcral en sus ojos, subió poco a poco por el chasis del auto, subió con dificultad cargando la maleta.

La gente que estaba aún afuera de la iglesia comenzó a darse cuenta de lo que el novio hacía llamando así la atención de todos, el padre del muchacho que estaba ya adentro se asomó a ver el murmullo de todos.

Su hijo, recto, muy educado y que nunca rompía un plato estaba encima del auto, sonriendo con calma, dejando a sus pies la maleta que cargaba y sacando de ella algo que no se esperaban.

—¡No quiero casarme con esa mujer! —Apunto con el fusil hacia la iglesia, dónde, se encontraba su futura esposa, una bonita castaña vestida de blanco llamada Piper —¡Me quiero casar con aquel! —

Señalo con el fusil a un impresionado muchacho de ojos verdemar que estaba ahí vestido de traje, listo para ver la boda del año.

—¡¿Te has vuelto lo...?! —Quiso reclamar su padre, pero se cerró la boca cuando a sus pies dio la primera bala del chico.

—¡Ya me has oído! ¡Entreguenme al chico! —Exigió volviendo a apuntar con el arma, la gente comenzaba a ahogar gritos y a esconderse, otros sólo esperaban la respuesta de la novia, del muchacho aquel y del intendente.

—¡Hay que hacerlo! —Un chico latino que se notaba era hijo del Herrero, o mecánico del pueblo, comenzó a empujar a ese muchacho hasta estar cerca del auto —¡Aquí esta! —

—¿Hola? —Saludo el azabache al rubio, aunque no estaba muy seguro de esto.

—¡¿Dónde está el padre para que nos casé?! —Pregunto a la gente y pronto fue arrojado a sus pies un hombre con sotana. Jason se bajo de un brinco delante del cura —Ahora casenos, o verá a su dios más pronto de lo que cree —

—Si, si,... —El rechoncho hombre tembló ante el tubo de acero que lo apuntaba —Bienvenido... —

—Quiero una boda rápida —Amenazó el rubio, el padre trago saliva. Y comenzó a hablar con rapidez.

—... ¿Jason Grace aceptas a...? —Miro al azabache que aún estaba en shock y empujado por el chico de piel canela.

—Ah... Perceus Jackson

—...A Perceus Jackson cómo mujer?

—¡Si, acepto! —Apunto bien al cura.

—Perceus Jackson ¿Aceptas a Jason Grace? —El rubio miró al azabache con el rabillo del ojo.

—Me habría gustado una cita primero...

—Solo contesta —Apresuro el de piel canela.

—Ah, bueno si lo pide tan amable si acepto —Mirando que Jason lo veía furioso.

—Por el poder que me confiere el estado de San Francisco, yo los declaro Marido y mujer —El cura trato de sonreír, estaba sudando peor que un cerdo en un sauna.

—¡Celebren! —Jason soltó otro disparo a los pies de la gente, para que comenzaran a celebrar. Todos gritaban felicidades a los novios —Vámonos, Leo —

Leo se apresuro a ir por su auto que estaba cerca de ahí y pronto tenían un medio en el cual escapar. Se apresuró a subirse al auto y a meter a Percy, quien seguía sin creerse que se había casado.

—Espero que me llegue el certificado, o verá a su dios —Amenazó por última vez al padre antes de subirse al auto con su amigo y su nuevo y flamante mujer.

Jason le dio un beso a Percy cuando estaban en el auto, sellando así su boda.

¡Que vivan los novios!

N/A: Historia rara Xd sacada de aquí.

N/A: Historia rara Xd sacada de aquí

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