One Shot teorías y más

Sireno de una noche parte 1

El One shot más largo de la historia que he escrito, creo que ya ni es One shot

Disfrutenlo.

Perseo Grace no creía en el amor a primera vista, no creía en eso de amarse con solo ver a alguien una sola vez, no creía en nada que fuera amor en si, no lo creía hasta que una leyenda se comenzó a contar en su universidad. Era una de esas que pasaban de boca en boca, cuentos en inventos de la gente según él, o al menos pensó que eran eso hasta que comprobó la verdad.

—Te lo digo enserio, dicen que solo basta verlo una vez, oír su voz cantando —decía su amigo Aquiles mientras caminaban por los pasillos de la universidad —Dicen que te escoge de entre la gente y que pasas la mejor noche de tu vida —

—Son tonterías Aquiles —bufo Perseo cuando llegaban al salón, puso sus libros sobre su mesa y tiró su mochila en su lugar.

—Tal vez lo sean —el rubio puso sus cosas en la mesa de a lado de su amigo —Pero quisiera probarlo al menos una vez, así que ¿me acompañas? —veía a su amigo con fascinación, él de verdad creía en esas historias.

—¿A dónde quieres que te acompañe Perseo? —se metió a la conversación otra de sus compañeras de clase sentándose detrás de ellos, acomodó sus cosas mientras esperaba una respuesta de los dos.

—Al bar Olympus —sonrió el rubio mirando a la castaña —¿Por qué no vienes también Hylla? —

—¿Van a ver al Sireno de una noche? —se metió otra chica a la conversación —Dicen que su canto es tan hermoso que pierdes toda la facultad de pensar, a tal punto de que solo te guías por su voz. Qué es lo más hermoso que oirás nunca —añadió con un tono soñador.

—Lo vuelvo a repetir, son tonterías —rodó los ojos Perseo —Mejor concéntrense en la clase que esas estupideces —

—No seas amargado Perseo —golpeó su brazo Aquiles —Hay que ir —

—Bien alumnos... —el maestro entro y tuvieron que parar toda la conversación, la clase de administración se tornaba completamente aburrida y Perseo solo podía mirar por la ventana. No sabia como es que sus amigos podían creerse esas tonterías que contaba la gente ¿Un chico que cantaba como sirena? ¡Por favor! Eso era una exageración.

Estaba seguro que la gente solo exageraba las cosas, era imposible que alguien cante de esa forma e hipnótice a la gente. No eran nada más que inventos, estupideces, exageraciones y fantasías de la gente.

Las clases terminaron relativamente temprano por la falta de un maestro, así que sus amigos decidieron que era momento de ir a comer y relajarse un rato. Así que todos se dirigieron a la cafetería más cercana de la universidad.

—Te lo digo, yo fui el mes y es encantador —decía su amiga mientras bebía su malteada.

—Claro, a ti te parece encantador porque es un chico el que canta —rodó los ojos Perseo, nuevamente estaban con el asunto de ese cantante.

—Pero el no distingue entre chicos o chicas —comento Aquiles —El simplemente escoge a quien le parece interesante —

—La última vez escogió una chica y la anterior fue un chico —agregó Hylla comenzando a comer su sándwich —Yo fui cuando inicio el semestre y te puedo decir que nada de esto es mentira —