¿Quién es Ariel? 1

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Thalia estaba dando los últimos retoques de maquillaje a su amigo, le colocó la peluca, la fijo con binchas especiales, Annabeth terminó de darle retoques al maquillaje y le puso el antifaz en su lugar.

—Ahí está, te ves completamente perfecto —Piper lo miro con una sonrisa ladeada mientras le daba un espejo para que se viera en esto.

—¿Están seguras que así quieren que pague la apuesta? —se miraba al espejo mordiendo un poco su labio, Piper le pegó en la mejilla.

—No hagas eso —regaño la castaña mirándole fijamente.

—Y si, quien te manda a apostar contra nosotras Percy —decía su amiga mientras lo hacía poner de pie —El disfraz te queda perfecto, aunque deberíamos haberte puesto la peluca pelirroja —se llevo una mano a la barbilla y comenzó a golpear esta con su dedo índice.

—Esto es ridículo, cualquiera sabrá que soy yo y seré el hazme reír de la escuela, más de lo que ya soy —se miro al espejo, la ropa que cargaba, un vestido de color verde mar, flores en el cabello, un collar que tenía un dije de conchas marinas y pendientes con forma de concha. Estos estaban fijos a sus orejas, más no perforados.

—Nadie te reconocerá —se quejó Piper rodando los ojos y comenzando a guardar el maquillaje.

Los tres se encontraban en una de las habitaciones de la mansión de la castaña. Hace un mes el chico había hecho una apuesta bastante arriesgada, una que sabía que perdería pero había valido la pena intentarlo. Había apostado con las dos a que ellas no eran capaces de saltar de un lugar bastante alto, se equivocó porque con tal de ganar hasta Thalia se aguantó las ganas de vomitar y el vértigo que tenía a las alturas.

A ninguna de las dos le gustaba perder, en especial contra él, siempre se habían tenido solo a los tres mientras estaban en la escuela. Eran los tres contra el mundo desde que iniciaron la escuela secundaria.

Piper le aliso el vestido con las manos una vez más. Percy no se sentía seguro de todo el ropaje que llevaba encima, creía que iba a terminar de ser el hazme reír de todo el mundo. Otra vez.

Cuando tenía doce años ya había quedado en ridículo delante de todos, también en Halloween. Al comienzo del año había conocido a una chica rubia, esta jugo con sus sentimientos, lo encantó, lo enamoró y luego sobre él virtieron mucha pintura del color rojo sangre. La rubia había intentado decirle que no fue su intención que le habían obligado.

Percy no había vuelto a ser el mismo desde entonces, se volvió más cauteloso, un poco más retraído y se quedó solo con las dos únicas personas que le ayudaron ese día mientras las demás reían. Thalia y Piper. Pero ahora aquí estaba, con dieciséis años, cuatro años después de ese bochornoso momento, listo para embarcarse a otro posible fracaso social.

—No, creo que no iré. No puedo ir así —se quejó y se sacó el antifaz —Me van a reconocer, todo volverá a ser una tortura, no puedo —se dejo caer nuevamente sobre la silla mientras sostenía el antifaz en una mano.

—Tienes que pagar la apuesta —Thalia lo jalo de la mano. Ellas también estaban disfrazadas, ella era la bella durmiente y Piper iba de Cenicienta.

—No va a suceder nada, nadie te va a reconocer —Piper hablaba en tono suave mientras le ponía una vez más el antifaz —Todo va a salir bien, confía en mi —le paso uno a Thalia y se coloco otro ella.

One Shot teorías y másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora