La venganza del pasado

Su verdadero yo.

La noche se hizo presente en el reino de Albuquerque, Axel enrolló el nuevo tratado y lo guardó en su bolsillo derecho.

Mientras tanto Hugo y Sofía se encontraban recostados sobre el pasto, observando las estrellas.

~¿Me amas, Hugo?

~Como a nadie más. Sonrió besando su nariz.

El rubor subió por las mejillas de Sofía y un escalofrío recorrió su cuerpo.

~No es apropiado que me beses antes de la boda. Sonrió escondiendo su cara.

~Lo siento tanto Sofía, pero eres tan hermosa, que no pude resistirme.

Sofia olvidó todo el protocolo de cortejo y abrazó a Hugo.

~Llevo tantos años amándote. Nunca creí que pedirias mi mano, pensé que no te interesaba de esa manera, ya que siempre coqueteabas con Amber.

~Nunca ame a Amber, tu siempre has sido mi favorita.

~Aun recuerdo nuestro recital de baile sobre hielo. Ame tu actitud, cuando lograste algo que a tu padre no le gustaba y sin importar la presión social, te mantuviste firme sin abandonar tus sueños.

La mirada de Hugo se volvió fría y apretó fuertemente los puños.

~¿Estarías conmigo a pesar de las dificultades?

~Claro Hugo, sin importar nada.

~¿Aunque te hiciera daño y llegaras a odiarme?

~Jamas te odiaría. Tú eres la persona que siempre he anhelado.

Hugo extendió nuevamente sus brazos y la abrazó con fuerza.

~Mi bella y adorada Sofía, nadie iguala tu belleza y bondad, estoy tan feliz de tenerte a mi lado.

~Hugo, ya me voy ¿Te vas conmigo? Interrumpió Axel, haciendo que ambos jóvenes se levantaran.

~Sí, es momento de que Sofía descanse. Sonrió, tomando su mano para darle un beso.

Con tristeza, Sofía observó como ambos jóvenes subían al carruaje.

Hugo se sentó frente a Axel e intentó parecer relajado.

~¿Todo va bien con Sofía?

~Perfecto, es tal como la recordaba ¿Qué hay del tratado con Encantia?

~Muy bien, creo que podremos ayudar a Encantia y... Lograr nuestro objetivo. ¡Papá estaría muy orgulloso de nosotros!

~Estoy feliz de que todo se haya dado de acuerdo al plan, nunca creí que el rey Roland fuera tan ingenuo. El incidente con el lago y el fuego en los sembradíos, fueron solo un juego de niños, comparado con lo que le espera a Encantia. Esperé tanto tiempo para llevar a cabo esta venganza, que no puedo pensar en nada más.

~Asi es Hugo, estamos haciendo exactamente lo que nuestro padre nos pidió, limpiaremos el honor de mamá. No pensé que Sofía fuera tan ingenua como para creer en tus palabras vacías de amor.

~Es muy buena para desconfiar de mi, es algo que siempre odie de ella. Sonrió, mientras Axel palmeaba su hombro.

~Pronto todo terminará, soporta un poco más hermanito.

~¿No entiendo por qué no lo hiciste tú? ¿Por qué tenía que enamorarla yo?

~Papá te adiestro a ti desde que eras un niño, conmigo no hubiera funcionado, Sofía no tiene lazos afectivos conmigo.

~Espero que esto termine rápido, estoy cansado de decir cursilerías.

A la mañana siguente, Hugo salió de su habitación y caminó por los pasillos del castillo.

~¡Irás a ver a la princesa de Encantia! Comentó una voz al otro lado del pasillo.

~Asi es, estoy tan cerca de lograr nuestra venganza.

~¡Estoy harta de tener que compartirte con ella! ¿Qué pasará si logra ganar tu corazón? Gritó una joven con molestia.

~¡Vamos, Isabella! Mi padre bendijo nuestro compromiso, jamás te dejare de lado, además eres una princesa mucho más reconocida que Sofía, no debes sentirte insegura por una niña que no iguala tu belleza o inteligencia. Cuando esto termine, tú y yo nos casaremos, ¡no lo dudes!

La princesa sonrió y se acercó a él para rodear su cuello con un abrazo.

~Te esperaré para cenar, por favor no tardes.

~Será rápido, no pienso desperdiciar mi día con ella. Sonrió antes de salir del castillo.

Mientras tanto, Sofía se encontraba practicando esgrima con James.

~¡Estocada! Gritó presionando el estómago de su hermano.

~Has mejorado mucho, pero yo soy un caballero y jamás podrás igualarme. Afirmó con seguridad.

~No estés tan seguro James, he anotado más puntos que tú.

~Pero cuando te cases, no podrás seguir practicando, no creo que el orgullo de Hugo te lo permita.

~Hugo jamás intervendría en mis decisiones, él me respeta y ama.

El rostro de James se volvió serio y bajó la mirada.

~Supongo que debí hacerme a la idea de que esto pasaría, aunque me duele dejar ir a mi hermana menor...

~¡Nunca me perderás! Tú y yo siempre estaremos juntos. Corrió a abrazar al rubio.

En ese momento Hugo llegó al castillo y observó aquella escena con molestia.

Estaba consiente de que James y Sofía no eran hermanos de sangre y la proximidad entre ambos, podría arruinar todos sus planes.

El joven se paró frente a ellos y se aclaró la garganta para llamar su atención.

~¡Hugo! No te esperaba hoy. Titubeó Sofía, soltando a su hermano.

~Me disculpo por interrumpirlos. Sonrió ofreciéndole su mano a James para que se levantará.

~Me retiro, dejaré que pasen un tiempo a solas. Titubeó el príncipe rubio.

James rápidamente se alejo de ellos, sin embargo se mantuvo espiando la conversación de los enamorados.
Dentro de si, sentía que algo no estaba bien y temía que Sofía saliera lastimada.

~¿Qué te gustaría hacer? Preguntó Sofía. 

Hugo la observó fijamente, provocando que la joven se sonrojara.

~Me gustaría charlar contigo.

Ambos caminaron hasta la orilla del lago y observaron a los cisnes nadar.

~Sofia, ¿Te gustaría venir a cenar esta noche? Haremos una comida por el cumpleaños de la princesa Isabella de Kiev. Sonrió con ilusión.

~¿En honor a la princesa? Titubeó con desconfianza.

Hugo notó esto y de inmediato corrigió su error.

~Ella es mi prima lejana y tal vez se convierta en la futura reina de Albuquerque, aun no lo compruebo, pero creo que Axel está muy interesado en ella.

Las dudas de Sofía se desvanecieron y soltó una gran sonrisa.

~Claro que iré Hugo, estoy muy emocionada por conocer a la princesa Isabella, sé que es muy hermosa y reconocida.

~¡Pero no más que tú! No hay nadie como tú en todo el reino eterno. Dijo antes de robarle un beso en los labios.