Revelación

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Axel entró a la habitación procurando no interrumpir la conversación de su hermano menor.

Hugo lo fulminó con la mirada, pues podía notar la cara de descontento en el rostro del pelirrojo.

~¿Cómo estás, príncipe Dereck? Saludó acercándose a ellos.

~Muy bien, mi reino prospera como nunca.

~Me alegra, ¿sabes algo sobre Sofía o su familia? Nos llegó el informe de que escaparon del calabozo. Preguntó Axel fingiendo ingenuidad.

El cuerpo de Hugo se tensó e intentó parecer calmado.

~No sabemos nada, hermano. Interrumpió poniéndose en medio de los dos.

~Dime Dereck ¿Aún planeas desposar a Sofía? Eres el mejor partido, considerando la situación.

~No Axel, creo que me rendí, por más que intento, ella no me ama.

~Es una pena, el amor es muy cruel.

~Pareces tener mucha experiencia ¿Tienes a alguna mujer en tu corazón?

~Afortunadamente no, yo no me dejó llevar por mis sentimientos.

Dereck le palmeó el hombro y comenzó a reírse.

~¡Dame la mano! Mi gran amigo, eres un gran ejemplo para mí.

Axel volvió a mirar a Hugo que se encontraba estático.

En ese momento, Isabella entró a la habitación.

~Hugo, tengo que ir a Marcilia ¿Por qué no me acompañas?

El rostro de todos se volvió sombrío y el príncipe se aclaró la garganta.

~¿Por qué irás?

~Necesito recoger un tratado que mi padre firmó hace unos años.

~No confío en Esteban, yo iré a recogerlo. Sonrió besando su frente.

Los ojos de Isabella brillaron y asintió

~Me alegra que te preocupes tanto por mi, me hace pensar que realmente me amas.

~¿Por qué lo dudas? Habló con burla.

Isabella salió de la habitación y Hugo tomó su saco.

Mientras tanto, en el castillo de Marcilia, Sofía se encontraba en el jardín en compañía de Amber, Esteban había sido llamado al estudio de su padre un poco después que ella y el príncipe aún no salía de la habitación.

~¿Crees que reciba un gran castigo? Se burló Amber escondiéndose detrás de su abanico.

~¿Está mal que me alegre? Preguntó Sofía con remordimiento

~Para nada, es totalmente natural.

~¿Por qué tengo que ser castigado? Ella se lo merece por ser una mujer indigna. Gritó Esteban a su padre.

~Debes respetar a cualquier persona, sin importar sus decisiones... Debo contarte algo y quiero que lo tomes de la mejor manera. Habló el rey, mientras posaba a su hijo frente a él.

~¿De qué se trata?

~Tu tía Beatriz, la madre de Hugo, cometió el mismo error que Sofía, todo por amor y eso le trajo grandes problemas, así que nuestra familia también fue deshonrada, por eso te pido que la comprendas y no la juzgues, el amor puede llevarte a tomar malas decisiones. Cada que pienses que Sofía es una mujer indigna, recuerda que por tu sangre corre la deshonra también.

Esteban bajó la mirada y apretó los puños.

~¿Por qué tendría que sentirme mal por una mujer que no conocí?

~Porque ella te salvó la vida cuando eras muy pequeño, tu... eras un bebé cuando caíste al lago, ella te vió flotando boca abajo y sin importar nada, se lanzó al agua para salvarte, aún arriesgando su propia vida ya que no sabía nadar.

~No lo sabía...asi que Hugo tenía una mamá excepcional, lástima que es como su padre.

~¿Por qué lo odias tanto?

~No lo sé, simplemente no lo soporto y creo que el sentimiento es mutuo.

~Quiero que te disculpes con Sofía, además quedarás sin dinero hasta nuevo aviso, si tú comportamiento no mejora, le daré tu derecho al trono a Hugo. Mencionó mientras observaba los ojos de odio en el rostro de su hijo.

~¡No puedes hacer eso! Yo soy tu hijo.

~Y Hugo mi sobrino, así que no creas que eres el único en la línea de sucesión. Respondió provocando que el joven azotara la puerta.

Esteban salió de la habitación y posó su mirada en Sofía.

~Hugo no me quitara mi reino, antes le arrebatare lo que más ama...

Salió al jardín y tomó a Sofía del brazo.

~¿Te fue bien con tu padre? Se burló Amber.

~Asi es, Sofía ¿Por qué no comenzamos a planear nuestra boda? Quiero remediar lo que te hice y salvar tu honor, ya que Hugo se casará con Isabella.

Sofía apretó los labios y negó.

~¡Jamás lo haré!

~No estoy pidiendo tu opinión.

~¡Basta! Gritó Hugo acercándose a ellos.

~¿Cómo te atreves a venir a mi reino? Habló haciendo énfasis en lo último.

~Quiero ver a tu padre, tú y yo no tenemos asuntos pendientes.

Sofía observó a Hugo con ilusión, pero él ni siquiera la miró.

Esteban se hizo a un lado y el príncipe castaño siguió de largo.

Los ojos de Sofía se apagaron al notar la actitud tan distante de su amado, estaba consciente de que ya habían terminado su relación, pero aún eran buenos amigos.

~¡Esto no se quedará así! Hugo no será dueño de mi reino. Gritó Esteban, caminando detrás de él.

Hugo entró al estudio del rey Estefano y minutos después salió con el acuerdo entre sus manos.

Esteban se tronó los dedos y le impidió el paso a Hugo.

~¿Qué quieres con mi reino? Jamás te lo entregaré.

En los ojos de Hugo se mostró la duda, pero de inmediato sonrió con picardía.

~¿Y si me lo quedo? ¿Qué harás?

~Nunca lo permitiré, antes me quedaré con Sofía, ella será mi esposa y la haré sufrir toda su vida.

~Si piensas que me lastimas, quiero decirte que no es así. Puedes hacer lo que quieras con tu vida, cásate con ella ¡cuánto antes! estaré feliz de asistir a su boda. Contestó haciéndolo a un lado.

Los puños de Esteban se apretaron y desempuño su espada.

Acorraló a Hugo contra una de las paredes, mientras posaba la espada en su cuello.

~Tengo tantas ganas de deshacerme de ti, pero no lo haré ahora, quiero batirme en duelo contigo, el perdedor morirá.

Hugo se mantuvo quieto, pero sus ojos siempre demostraron confianza.

~Lucharé contigo, pero debo advertirte que soy el mejor espadachín de Albuquerque.

La venganza del pasado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora