La carta de Albuquerque

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La familia real de Encantia se alojó en la mansión de la tía Tilly. A pesar de los disturbios, los rebeldes no habían puesto un pie en la propiedad y eso los mantenía tranquilos.

Una carta fue deslizada por debajo de la puerta y el mayordomo se apresuró a recogerla.

~Es para el rey Roland, comentó con refinamiento.

Rápidamente el rey la abrió y notó que se trataba del reino de Albuquerque.

Su apreciable majestad, estaré esperándolo esta tarde para definir el destino de Encantia.
No llegue tarde, porque odio esperar.
Atte: el nuevo rey de Encantia.

El hombre apretó la carta con impotencia y se sentó junto a la ventana.

~¿Por qué está pasando todo esto? ¿Qué pecado estoy pagando?

Sofía pidió a su madre y sus hermanos que le permitieran hablar a solas con su padre. Ella conocía perfectamente las razones de la guerra y no quería que ellos se enteraran de la situación.

~Papá... Yo sé que tú no eres culpable. Titubeo con tristeza.

Rápidamente el rey se levantó de su asiento y tomó sus hombros.

~¡Es cierto! Pero ellos se niegan a conocer la verdad.

~Si les demostramos que están equivocados, quizás dejen de creer que tú causaste la muerte de su madre.

~Ellos no lo creerán ¡Dime qué tú tampoco creíste esa infamia!

~No lo hice, tu eres muy bueno.

~Yo siempre ame a Beatriz, todo lo que hice fue con su consentimiento, nos íbamos a casar, pero Garrick impidió nuestra unión.
Un tiempo después de que Hugo naciera, nos quedamos de ver a las afueras de Albuquerque. Al subir a su caballo... Ella cayó y se desnuco, su silla no estaba bien asegurada... Pero yo no tuve la culpa de su muerte ¡Jamás le haría daño! Ni dejaría a un niño sin madre.

~¡Debemos aclarar todo! De esa forma podremos recuperar Encantia.

~No nos creerán...su padre los envenenó tanto, que solo un milagro nos salvaría.

~¿Tienes algún testigo? Alguien que haya presenciado tu amor con Beatriz.

~El rey Estéfano, pero, no es fácil contactarlo. Vive en Marcillia, sin embargo nadie ha tenido una audiencia con él en años.

Sofía se llevó las manos al mentón y sonrió con decisión.

~¡Lo buscaré y lo traeré!

La joven salió de la habitación y los recuerdos de Roland se remontaron a aquel funesto día.

Flashback.

20 años antes.

El ahora rey Roland se encontraba al lado de sus dos pequeños hijos, cuando una carta proveniente de Albuquerque llegó al castillo.

Roland, me apena mucho comunicarme contigo después de tanto tiempo. Te envío mi más sentido pésame por la muerte de tu esposa, espero que te sobrepongas al dolor y puedas salir adelante.
El motivo de esta carta, es porque debo confesarte algo que nos ayudará a librarnos de Garrick. Espero que puedas verme cerca del bosque de Albuquerque, llevaré dos caballos para que cabalguemos como en los viejos tiempos.
Atte: Beatriz.

El hombre le pidió a balleywick que cuidara de sus gemelos y sin perder tiempo, emprendió el viaje a Albuquerque.

Una hora más tarde, ya se encontraba en el punto de encuentro, temiendo que se tratara de una emboscada.

A lo lejos diviso a su antigua enamorada.

~¡Beatriz! No pensé volver a verte... Desde que te casaste con Garrick has estado apartada de la sociedad. Lo último que supe de ti, fue que concebiste al segundo príncipe de Albuquerque.

~¡Debes ayudarnos a escapar! No puedo seguir al lado de Garrick, él no es una buena persona y me temo que envenene el corazón de los niños.

~¡Subamos al caballo! Tal vez al cabalgar se me ocurra algo para ayudarte.

~Claro que si, además, hay otra cosa que debo decirte, pero... Es mejor que sigamos.

Roland ayudó a la joven a subir a su caballo y está se sostuvo fuertemente de las riendas.

~¿Estás lista, Beatriz?

~Claro. Gritó agitando las riendas de su caballo.

El corsel corrió rápidamente, sin embargo un ratón se atravesó en su camino, provocando que el caballo se levantara y la silla de Beatriz se desprendiera.

La cabeza de Beatriz se impactó contra el suelo y su cuerpo permaneció inmóvil.
Roland observó con terror a su amada, y rápidamente descendió de su caballo para intentar despertarla, sin embargo esto no ocurrió, ella no despertaria nunca más.

Esa tarde, el reino de Albuquerque llevó a cabo su funeral y la despidieron con 100 cañonazos.

~¡Odio a Roland! Por su culpa Beatriz nunca llegó a amarme...y ahora me la arrebato ¡No importa el tiempo que tenga que esperar! Roland caerá por mis propias manos.

Fin del flashback.

Sofía se encontraba frente a la puerta de Marcilia, temia encontrarse con el príncipe Esteban, pero debía hablar a como diera lugar con su padre.

~¿Qué desea princesa Sofía? Preguntó el mayordomo.

~¿Sabe mi nombre?

~Conozco el nombre de todos los miembros de la nobleza.

Sofía se sorprendió y sacó una nota de su bolsa.

~Quiero ver al rey Estéfano.

~No es posible, el rey no recibe visitas, pero puede hablar con el príncipe Esteban si así lo desea.

~Prefiero ver al rey ¿Podría entregarle la carta?

~Lo intentaré, pasé al salón principal.

Sofía se sentó en uno de los sillones y esperó pacientemente.

Unos minutos más tarde, Esteban entró a la habitación.

~Sabia que vendrías a buscarme, ¿Me extrañaste mucho?

~Estoy esperando a tu padre. Contestó con altivez.

~Mi padre no te verá porque es una pena encontrarse con una mujer deshonrosa ¿Por qué no vuelves al pueblo en el que naciste?

~¡Alto! Gritó un hombre al otro lado del salón.

Esteban bajó la mirada e hizo una reverencia.

~Lo siento mucho padre... Yo... no pensé que aceptarias ver a la princesa Sofía.

~Se trata de la hija de un buen amigo, te pido que la respetes.

~Asi será padre, no te defraudaré. Contestó, mientras observaba de reojo a Sofía.

La princesa entró al estudio del rey y se sentó frente a él.

~Siento mucho haber venido sin avisar, pero... Encantia esta en guerra, Albuquerque nos tiene en sus manos y no podremos salir adelante sin su ayuda, los príncipes creen que mi padre asesinó a su madre... Sé que usted fue testigo de su amor, si dijera lo que sabe... ¡Mi padre podría salvarse!

~¡No lo haré! Gritó con fuerza.

La venganza del pasado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora