¿Solo uno? [Free, Lui, Silas X Tn]

Capítulo 31

   Corria y corria sin dirección alguna. Lo que hacia era totalmente estúpido, pero eso cambiaría las cosas.

- ¡¡Tn, detente!! -gritaba Valt detras de ella.

- ¡Valt! -detuvo Rantaro al peli azul-. ¡No puedes ir detras de ella! ¡Eres parte de la alineación, ¿recuerdas?!

- ¡Pero ella no puede irse asi! ¡También es parte del equipo!

   La chica se habia perdido de la vista de todos. Habia corrido tan rápido que ya ni los mayores podían seguirle el paso.

[ . . . ]

- Eh, ¡disculpe! -decía Tn con cansancio en su voz-. ¿De casualidad... no ha visto un chico de cabellos... verdes y bueno... algo musculoso? -paraba en cada palabra, recordando los aspectos de Silas en su mente.

- Lo siento, no lo he visto -afirmo un transeúnte.

   A cada persona de la calle le preguntaba sobre el prli-verde. Ya habia recorrido kilómetros y no tenia pistas de él.

- ¡Es alto! Tiene un mechón amarillo e innecesariamente trae unas gafas moradas...

- No he visto a alguien asi. No puedo ayudarte.

   No habia nada. Ni un pequeño rastro para encontrarlo. ¿Y que esperaban? Buscar a una sola persona en todo Madrid no era para nada fácil.

   Decidió pedir ayuda. Un hombre alto y uniformado de Policía accedió a ayudarla en su busqueda.

- ¿Puedes decirme que ropa traía puesta la ultima vez? -pregunto el policía.

- T-traía una chaqueta corta, sin mangas. Pantalones marrones y... una camiseta corta color gris.

- Bien. Por lo que me dices no debe de ir tan lejos. Madrid es muy grande, pero dependiendo de a donde vaya, pueda que lo encontremos.

   No puede ser, ni ella misma se lo creía. Estaba buscando a Silas. El insoportable y estúpido de Silas Karlisle.

    Pero no lo hacia por ella misma. Lo hacia por un bien necesario.

- Ven, busquemos a tu novio -dijo el policía ya encaminandose.

- ¡N-no es mi novio!

   Si hubiera sido alguien mas, Tn ke hubiera dicho miles de insultos, peto se trataba de un oficial de policia. ¡No le diria una palabrota a un policía!

[ . . . ]

   Buscaban y buscaban. Recorrían todas las calles dentro del auto de Policía y no podían encontrarlo.

   Preguntaban a los dueños de los locales por si Silas habia entrado o pasado por alguno, y no hayaban pistas.

- ¿Sabes si tu nov-... ¡amigo! -corrigio rápidamente- pudo salir del país?

- ¡N-no...! -respondio rapidamente-. No creo que haya salido de España. O... si.

- Llevamos una hora buscando. ¿Quieres seguir con la busqueda o...?

   Si, llevaban una hora. No era tanto tiempo, pero se sentía como si fueran meses. Jamas lo encontraría, y con la idea de que el pudo haber salido del país, sus esperanzas se desplomaron.

- Esta bien -habló con seriedad-. Dejeme por aquí, regresaré a casa.

   El oficial detuvo el auto justo al lado de la cera. Antes de que ella bajara, le deseo suerte con su búsqueda.