Capítulo 22

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     Los días fueron pasando. Tn había hecho todo al pie de la letra como se lo indicó la anciana de la enfermería, limpiaba y vendaba su brazo izquierdo todas las noches después de su ducha.
      La herida fue haciéndose costra poco a poco, y con el paso de los días cayéndose y dejando una cicatriz larga. Seguía sin dolerle.
      Debido a eso, los miembros del equipo la miraban extrañados en las horas de entrenamiento durante toda la semana. Ella levantaba pesas y lanzaba su Bey como si no hubiese pasado nada;

- ¿¡Cómo puede entrenar con un golpe así!? -exclamaba Rantaro mirando a Tn levantar unas pesas.

- No es humana -añadió Rickson.

      Y todos los días fue así. Susurros, miradas, etc. Aunque la mayoría del tiempo la pasaba en su habitación gracias a Trad, el entrenador la enviaba de nuevo a su cuarto en cuanto la veía calentar.
      Estaba revisando entre sus cosas por milésima vez. Buscando su chaqueta roja que había perdido el día en que se lastimó.

- ¿Donde está? -gruñó tirando la ropa de su maleta, revolviendo entre ella.

      Buscaba y buscaba por todas partes de su habitación y no la encontraba. La última vez que la vio fue cuando... la tiró al suelo.

- ¡No puede ser...! -resopló echándose en su cama, con sus dos manos en su frente.

      La chaqueta tenía un valor sentimental para ella. No exactamente, pero si era importante.
      Pensaba en que ya se había perdido, que ya no la vería más. Probablemente la tendría algún Blader del equipo, no le preguntaría a cada uno; "¿De casualidad no has visto mi chaqueta roja favorita?". Pues, no.

       El reloj de su teléfono marcaba las 11:50am. Hora del almuerzo. Recordó que hace unos días Valt le invitó a comer con ellos, y nunca llegó a hacerlo. Decidió que no lo haría pero, la soledad le estaba afectando.
      Ver a todos reír, conversar, y tratarse a gusto le daba... envidia. Nunca se preocupó por hacer amigos o conocidos, en cambió al llegar a BC Sol esa forma de pensar cambio.
      Salió de su habitación, dispuesta a comer en la cafetería, acompañada.
      Caminaba por el pasillo a paso normal. Tenía que admitirlo, se sentía nerviosa.
      Llegó a la cafetería, en tanto abrió la puerta todos fijaron su mirada en ella. Nunca la habían visto ahí para comer.

- ¡Hola Tn! -empezaron a saludar algunos amablemente.

- ¿Como sigues del brazo?

       A esos saludos le correspondía Tn con una sonrisa sincera. Le conmovía que se preocuparan por ella.
      Siguió caminando hasta el mesón en dónde Ange López entregaba la comida.

- ¿Tu aquí a esta hora? -sonrió alegre la mayor-. ¿A qué se debe ese milagro?

- Este... -le daba vergüenza decir que empezaba a sentirse sola-. Ya me empezaba a dar hambre.

- Y menos mal. Comer tan tarde no le hace bien a nadie. Ten.

       Ange le extendió una bandeja de comida. Esta contenía paella con palillos de pan y jugo de naranja a un lado. Tn le agradeció con una pequeña sonrisa, volteándose y viendo a su alrededor.
       Todos se encontraban sentados en las mesas. No parecía haber lugar, lugar para ella. Dió un suspiro largo y cabizbajo, preparándose para regresar a su habitación.

- ¡¡Tn, aquí!!

       Volteó confundida y a la vez aturdida, ese grito la habia dejado con los tímpanos aturdidos.

- ¡¿Qué haces ahí parada?! -era Valt Aoi, levantando su mano en forma de señal a Tn-. ¡Ven, come con nosotros!

       Estaba indecisa. Le daba vergüenza ir a comer con Valt después de haberlo rechazado la otra vez. En cambió la amabilidad de Valt la había convencido.
       Caminó sosteniendo su bandeja con ambas manos hacia la mesa en donde se encontraba Valt, acompañado de sus amigos.

¿Solo uno? [Free, Lui, Silas X Tn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora