SENTIMIENTOS DESCONOCIDOS - Jeon JungKook Pt. 1

Capítulo 20 - Ese Es.. ¿Mí Hermano? Y Esa Es.. ¿Mí Hermana? ♪

Busan — Corea del Sur

Ese es.. ¿Mí hermano? Y esa es.... ¿Mí hermana?

Después de haber salido de la preparatoria nuestro amigo el buen gigante decidió irse a su casa ya que tenía hambre, nosotros nos despedimos e íbamos caminando hasta el centro comercial que quedaba a tres cuadras de donde estudiamos, el camino fue silencioso ninguno de los dos hablaba le había mandado un mensaje a mis hermanos informándoles que llegaría un poco tarde, hasta ahora ninguno me ha contestado.

Al estar dentro, él sacó una pequeña libreta e iba apuntando los precios de algunas cosas que íbamos a necesitar dentro de la reunión, que por cierto se realizaría pasado mañana, nos peleábamos sólo hablábamos, hasta coincidimos en el pastel que se compraría.

Había pasado ya unos quince minutos y teníamos todo listo, mañana hablaríamos con los del salón para que opinaran acerca de lo que escogimos.

JungKook se sentó en una de las sillas del restaurante que había aquí, yo me senté al frente, estar caminando por todo el lugar no es nada agradable.

Saque mí celular y comencé a enviar le a los otros dos miembros del comité lo que habíamos pensado comprar junto con los precios, al hacer lo, guardó de nuevo el móvil.

Él tenia los ojos cerrados acostado en la silla, lo quedé mirando un rato, se veía adorable no dejaba de mirar el lunar que tenía debajo de sus labios y el otro en la mejilla.

Quité mis ojos de él para mirar el lugar, habían unas cuantas personas sentadas ahí, unos comían otros se reían y una que otra pareja se estaban besando.

Que lindo, pensé mientras desviaba mí mirada.

Ahora él tenía los ojos abiertos, guardó la libreta.

— ¿No tienes hambre? — pregunta de repente.

Dije sin mirar lo — Un poco.

Él me mira — Te parece si entre los dos compramos algo de comer. No comí muy bien en el almuerzo.

Asiento, comenzamos a mirar los distintos menús que habían en el restaurante, acordamos pedir arroz de camarón, kimchi y unas bebidas, él se levantó y le entregué la otra mitad del dinero.

Me quedé hay sentada esperando a que llegara.

Él vuelve sentándose — Dentro de unos minutos llega nuestro pedido.

No dije nada, sólo asiento.

El ambiente silencioso se sentía incómodo.

— MinAh — dice él — ¿Por qué estás molesta conmigo? No te hecho nada.

— No me gustó nada como me dijiste lo del día ese — lo miro, él estaba atento a lo que decía — de que ninguno de nuestros compañeros supieran de nuestra participación en esa obra. De todos modos al final del semestre lo sabrán.

— ¿Nada más por eso? — se acuesta en la silla — Bueno...... Sólo no quiero rumores. Ya sabes como es la gente para inventar.