Leah Fleming
Me había cabreado de cierta forma que me besará.
Y no solo eso, ósea fue demasiado corto por el amor a Dios.
No lo podía dejar de mirar con ganas de matarlo.
-Solo te diré una cosa Salvatore- lo señale mientras me acercaba
-Los besos los daré yo y no tú en esta relación, y serán cuando yo quiera- me pegue lo más que pude a él
- ¿Cómo? – bufo incrédulo
-Lo que escuchaste Leandro. En esta relación yo decido lo que pasará. Además, imbécil ese beso fue corto. Por el amor a Dios ni se disfruto- me queje separándome un poco
-Entonces bésame como querías- me tomó de mi cintura logrando pegarme a él
-Eso es lo que quieres ¿no? – subí mis manos para acariciar su cabello
-No sabes como deseo volverte a besar- miro mis labios directo
- Inténtalo- susurre mirándolo
Cuando bajo su rostro para besarme gire.
-Creo que te dije que nos besaremos cuando YO quiera- sonreí al ver su cara seria
-No nena- subió sus manos a mis mejillas y me beso
Al principio quería contenerme, pero por el amor a Dios deseaba sentir sus labios.
Con mis manos lo hale hacia mi para que no se separara.
El beso pedía a gritos que se profundizara y así lo hicimos.
Leandro me tomo de la cintura logrando que lo rodeara a el con mis piernas.
- ¿Cuándo tu quieras? – susurró cuando nos separamos unos segundo
Nos volvimos a comer las bocas con cierto desespero.
Realmente había deseado los últimos días besarlo.
-Por Dios Leah- sonrió cuando nos separamos.
Iba a besarlo una vez mas, pero como lo bueno no dura mucho nos interrumpieron.
-Así que esta es la puta con la que te besas- la mato
Me baje rápidamente de Leandro y arregle mi camisa que se había subido un poco.
- ¿Disculpa? – limpie mi labio mientras la miraba seria
-Christine novia de Leandro- gire automáticamente para verlo
- ¿Qué haces acá? – tremendo me ignoro por completo
-Busca quien te lleve- tome mi cartera para salir hecha una bomba de tiempo
Por todo el pasillo hacia la salida se escuchaban mis pasos.
Al salir había periodista.
Tremendo- pensé volviendo a buscar a mi esposo
-No se que tengan que hablar, pero será en otro momento, por ahora me llevo a mi esposo- me recosté de al puerta
-No tengo nada que hablar con ella- la señalo tomando su bulto
Camine primero que él.
No quería que me hablara.
Antes de salir le tire la llave en su pecho.
-Espero que lleguemos pronto a la casa- salí sin esperarlo
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Maldito error, Hermoso error
RomansaElla es una de las empresarias más importante en la industria de la tecnología. Su vida se basa en trabajar varias horas y liberar su estrés en fiestas. No es mujer de compromiso. Dentro de la industria es amada por sus increíbles ideas, pero es odi...