XLI

10.5K 602 7
                                    

Leandro Salvatore

Estaba recostado en mi cama mirando al techo.

Se supone que ya esté durmiendo, pero por lo que me había enterado hoy era imposible.

Alguien me la había lastimado y de la manera más cruel.

Mi princesa había sido lastimada por quien creí que la amaba, pero sabía cómo cobrársela.

***

-No entiendo porque me tienes aquí- escuche a Carlos

-Serás el árbitro de que no mate a alguien- él había aceptado verse conmigo, pero no sabía cómo se las vería

-Me asustas Salvatore- noté cierto nerviosismo

-Tranquilo- sonreí mientras me movía por el ring

Parecía como León esperando por su presa.

Las puertas se abrieron y ahí estaba él.

-No entiendo porque me citaste aquí- sonreí viéndolo caminar

-Ponle las vendas por lo menos- le señalé a Carlos

El negando fue a ponerle el vendaje en sus manos.

-Ahora si que te chocaste con la pared Dubois- lo quería matar por lo que hizo

-Que ya le pedí perdón- negué riendo

-No hay quien te perdone- quería lanzarme sobre él y golpearlo

Cuando entro al ring intente acercarme, pero Carlos me detuvo.

-Esto termina cuando uno de los dos se rinda- sonreí ya que claramente no sería yo

Como parte de mi profesión lo salude, para luego lanzar mi primer puño a su abdomen.

-Esto es por ella- susurre para volverlo a golpear

-Que fue estando borracho- lo escuché, pero mi puño freno contra su mandíbula

-La debías amar y no lastimarla- volví a golpearlo

-Si tanto te preocupas por ella no la hubieras dejado estar conmigo y hubieras luchado por ella- esta vez logró golpear mi costilla

Ambos nos lanzamos golpes, pero al final él fue el que terminó con su rostro lleno de sangre.

-Espero que no la vuelvas a ver en tu puta vida o te terminas de matar- lo señale para salir de ahí

Fui directo a mi camerino.

No podía matarlo literalmente porque él debía cumplir con la ley.

-Hermano te pasaste- escuché a Carlos, pero negué

-Violó a la mujer que amo, no sabes lo encabronado que estoy- susurre quintándome el vendaje

-Debe agradecer al universo que no lo mande bajo 6 pies de tierra porque es lo que se merece- mire a Carlos

Él estaba sorprendido.

-Procura que se salga de aquí- entre al baño para quitarme el sudor.

Me coloque la ropa de mi oficina y salí como si nada hubiera pasado.

-Saludos señor- Braulio me sonrió

La oficina ya tenía las vibras de navidad lo que permitía que todo el mundo estuviera mucho más alegre.

Cuando llegue a mi oficina no espere ver a ahí.

Leah estaba sin sus tacones mientras su concentración completa estaba en la mesa.

Maldito error, Hermoso errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora