Leah Fleming
Llevó semanas evitándolo.
A pesar de que estoy en su empresa trabajando busco la forma de no encontrármelo.
Tengo que superarlo y verlo diario no era lo que tenía planeado.
-Recuerda lo que tenemos hoy- me interrumpió Ethan y lo mire mal
-Si vuelves a interrumpirme tendrás dos bolas de collar- apreté mi mandíbula mientras intentaba concentrarme en lo que estaba creando
-Lo siento- sonrió y continúe con lo mío
A lo lejos escuchaba murmullos, pero estaba demasiado metida en los cables del aparato que necesitaba para el auto de Ethan
-¡MIERDA!- tire el aparato contra el suelo cuando los cables ya no servían
Tenía que comenzar de nuevo.
-Desperdiciando materiales- frente a mi lo tenía a él
-Eso lo traje de mi empresa- me doble para colocarme mis tacones debo salir de aquí ya.
-Tengo que hablar contigo una cosa- susurro mirando a Ethan quien no se despegaba de mi lado
-Lo siento Salvatore no tenemos nada de que hablar- con mi orgullo bien puesto salí del lugar
-Te paso a recoger para el concierto de Justin Timberlake- lo escuche gritar, pero no me importaba en estos momentos
Debo despejar mi mente.
Quizás en el concierto lo pueda hacer, pero ahora mismo tengo demasiada ira acumulada.
Braulio al verme a lo lejos fue a buscar mi auto.
-Leah debemos hablar- su aroma me dejaba bruta
-No- respondí como pude
Podía escuchar el motor de mi ranger.
-Tengo algo que darte- hablo otra vez cuando llego mi auto
-Ya me disté el divorció, creo que no queda nada que me puedas dar- respondí para alejarme de él
Se había quedado ahí parado sin decir o hacer nada.
Conduje con rumbo al club que siempre voy.
-Reina ¿Cómo que andas muy temprano acá? – mire al chico que siempre me prepara mis bebidas
-La semana pasada te dije que volvía a mis andadas- sonreí sentándome frente a él
-Sabes que siempre mi club estará abierto para ti- me paso un vaso de vodka
-Por eso te quiero- sonreí para tomarme de una el vaso
Me quede un tiempo hablando con él sobre todo y nada.
-Leah te conozco desde la muerte de tu expareja- sonreí con melancolía
Era cierto desde que me había pasado esa tragedia comencé a pasar cada noche en este club.
-Soy un libro en blanco para ti- reí tomando mi tercer vaso de vodka
-Se que tu metiste sentimientos reales en esa relación- se cruzo de brazos mirándome
-Para que digo que no si tu me conoces mejor que yo misma- moví mi vaso para que volviera a servirme vodka
-Ya no más, vete a casa y descansa un poco – me quito mi vaso y lo mire mal
De mi cartera saque un billete grande.
-Aquí tienes- besé su mejilla como pude y salí del lugar
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Maldito error, Hermoso error
RomanceElla es una de las empresarias más importante en la industria de la tecnología. Su vida se basa en trabajar varias horas y liberar su estrés en fiestas. No es mujer de compromiso. Dentro de la industria es amada por sus increíbles ideas, pero es odi...