XXIII

10.7K 643 36
                                    

Leah Fleming

Llevó semanas evitándolo.

A pesar de que estoy en su empresa trabajando busco la forma de no encontrármelo.

Tengo que superarlo y verlo diario no era lo que tenía planeado.

-Recuerda lo que tenemos hoy- me interrumpió Ethan y lo mire mal

-Si vuelves a interrumpirme tendrás dos bolas de collar- apreté mi mandíbula mientras intentaba concentrarme en lo que estaba creando

-Lo siento- sonrió y continúe con lo mío

A lo lejos escuchaba murmullos, pero estaba demasiado metida en los cables del aparato que necesitaba para el auto de Ethan

-¡MIERDA!- tire el aparato contra el suelo cuando los cables ya no servían

Tenía que comenzar de nuevo.

-Desperdiciando materiales- frente a mi lo tenía a él

-Eso lo traje de mi empresa- me doble para colocarme mis tacones debo salir de aquí ya.

-Tengo que hablar contigo una cosa- susurro mirando a Ethan quien no se despegaba de mi lado

-Lo siento Salvatore no tenemos nada de que hablar- con mi orgullo bien puesto salí del lugar

-Te paso a recoger para el concierto de Justin Timberlake- lo escuche gritar, pero no me importaba en estos momentos

Debo despejar mi mente.

Quizás en el concierto lo pueda hacer, pero ahora mismo tengo demasiada ira acumulada.

Braulio al verme a lo lejos fue a buscar mi auto.

-Leah debemos hablar- su aroma me dejaba bruta

-No- respondí como pude

Podía escuchar el motor de mi ranger.

-Tengo algo que darte- hablo otra vez cuando llego mi auto

-Ya me disté el divorció, creo que no queda nada que me puedas dar- respondí para alejarme de él

Se había quedado ahí parado sin decir o hacer nada.

Conduje con rumbo al club que siempre voy.

-Reina ¿Cómo que andas muy temprano acá? – mire al chico que siempre me prepara mis bebidas

-La semana pasada te dije que volvía a mis andadas- sonreí sentándome frente a él

-Sabes que siempre mi club estará abierto para ti- me paso un vaso de vodka

-Por eso te quiero- sonreí para tomarme de una el vaso

Me quede un tiempo hablando con él sobre todo y nada.

-Leah te conozco desde la muerte de tu expareja- sonreí con melancolía

Era cierto desde que me había pasado esa tragedia comencé a pasar cada noche en este club.

-Soy un libro en blanco para ti- reí tomando mi tercer vaso de vodka

-Se que tu metiste sentimientos reales en esa relación- se cruzo de brazos mirándome

-Para que digo que no si tu me conoces mejor que yo misma- moví mi vaso para que volviera a servirme vodka

-Ya no más, vete a casa y descansa un poco – me quito mi vaso y lo mire mal

De mi cartera saque un billete grande.

-Aquí tienes- besé su mejilla como pude y salí del lugar

Maldito error, Hermoso errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora