XXXVIII

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Leandro Salvatore

En el restaurante nos dieron una de las mesas más alejadas.

- ¿Pides por mi? Necesito ir al baño- señaló antes de ponerse de pie

Asentí para que ella saliera al baño

Luego de unos dos minutos se presentó el mesero.

- ¿Qué desea ordenar? – me miró con su libreta en mano

-Quiero el mejor vino, una pasta carbonara con pollo y otra con langosta- sonreí devolviendo el menú.

-Ah para postre un tiramisú- sonreí antes de que el saliera

Me quedé mirando mi celular mientras ella volvía.

-Ya regresé- la miré mientras se sentaba frente a mi

- ¿Te ha escrito? – la mire y solo negó

-Acabo de llamarlo y nada- subió sus hombros como si no le importara, pero se que realmente le importa y mucho

-Ya sabes lo que opino- asintió mirándome

-Estas hermosa- rápidamente sus mejillas se pusieron rosadas

-Deja de decir eso- coloco sus manos en su mejilla

Saqué mi celular y volví a tomarle una foto

-Hermosa- se la mostré y ella intentó quitarme mi celular, pero me negué

-Gracias por el llavero- sonreí

-Creo que la figura de rompecabezas nos define mucho- me miro confundida

- ¿Por qué? – me miró curiosa

-Bueno porque inicialmente queríamos encajar y lo hicimos de la forma incorrecta, pero ahora siento que podemos estar así solos y tener una conversación de adultos sin pelear y entendiéndonos muy bien- sonreí

-Es bonito esto que tenemos actualmente- asentí mientras daba espacio al mesero con las copas de vino.

-Salud por nosotros- alce mi copa para chocar suavemente con la de ella.

-Salud- ambos bebimos de nuestra copa

Continuamos hablando de muchas cosas.

- Quería conversar contigo de algo – la mire atento mientras le pasaba un poco de mi langosta

Como de costumbre ella comió de mi tenedor dándonos un beso de forma indirecta.

Para ella no era nada, pero para mi significaba mucho.

-Dime- intenté no mostrar mis nervios

-Bueno es que para el desfile que te mencione Elías me pidió que desfilara con mas de un traje, pero no estoy segura de hacerlo bien, pero tampoco le quiero fallar- sonreí ante su nervios

-Se que lo harás muy bien nena, eres buena en todo lo que haces- sonreí dándole confianza

Asintió sonriendo.

-No te pongas nerviosa nena- sonreí mientras me estiraba para limpiarle su labio inferior con mi pulgar, pero antes de meterme mi dedo en mi boca como siempre hago con ella, Leah tomó mi mano y chupo mi dedo.

No negaré que fue lo más excitante en ese momento.

Sentí su lengua alrededor de mi pulgar era todo lo que necesitaba.

-Leah- la mire con mis ojos bien abierto

-Lo siento, no pensé en lo que hacía- mencionó nerviosa

Fuimos interrumpidos en el peor momento por el mesero.

Maldito error, Hermoso errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora