recuerdos de tu olvido ; bnet.

32.

32.💌

Javier Bonet aka; bnet.❄️

— Alina, escúchame, me siento muy mal, ayer quería verte celebrar, no sé, verte feliz tía, estuviste radiando alegría casi todo el día, me siento como una basura, porque fui yo el que le contó a skone. —frunció su ceño, y estampó su mano contra mi mejilla, cerré mis ojos con fuerza y no dije nada, entiendo, lo merecía. —perdóname, yo no quería, solo que no sabía que te podía molestar, se lo conté antes de empezáramos hablar de nuevo.

—¿perdón, perdón? ¿si sabe cómo me sentía ayer? no pude disfrutar mi logro a gusto, porque no paraba de sentirme mal y decepcionada, me enojé con mis amigos, estuve llorando en la habitación, no dormí un carajo, por su maldita culpa. —dijo golpeando mi pecho, rápidamente Lobo se levantó de su lugar y apartó a Tara, colocándose en medio de ambos.

—¿qué está pasando, te hizo algo? —le preguntó directamente a ella, me estaba sintiendo como el malo de la película y eso no me gustaba.

—que ya sé quién fue, al menos tuvo los huevos para decírmelo —dijo, se veía tan molesta, en su mirada se veía el enojo que cargaba, y, a decir verdad, nunca la había visto así, nunca me había mirado así, y me daba miedo, porque en su mirada podía ver que la iba a perder. Lobo me miró incrédulo.

—te dije cabrón, te dije que no le hicieras sentir mal, puta madre bnet, te dejamos el paso abierto confiando en ti, y sales con éstas mamadas, ¿tanto te costaba cerrar la puta boca? —espetó molesto.

—te juro chaval que nunca fue mi intensión, nunca haría algo para dañarla. —dije, me sentía mal, quería abrazarla y pedirle perdón.

—cállate, ya hiciste lo que hiciste, no pensaste en eso antes de hacer tus mamadas ¿verdad? mejor cállate.

—¿sabe qué fue lo peor? que usted mismo me dijo ¿qué podía arruinarme el día de ayer? le comento que no tiene que ir muy lejos para encontrar la respuesta, quiero que se aleje de mí otra vez, no lo quiero cerca. —sentía el enorme nudo en mi garganta, no quería perderla, no otra vez. Esta vez era mi culpa su lejanía.

—Alina, por favor tía, hablemos esto antes de que te vayas, no quiero perderte de nuevo, escúchame. —dije tomando su mano, rápidamente se zafó, si las miradas fuesen un arma, yo tendría más de un tiro en mi frente.

—¿no quiere perderme de nuevo? pero yo sí, mi vida estaba mucho mejor sin usted, estaba tranquila, sin atormentarme con recuerdos, sin dolores de cabeza ni decepciones. Estaba mejor, y me arrepiento del día que quise inscribirme a red bull, porque fue lo que me trajo a esto. —escupió con enojo, sin pensar, sin analizar, simplemente lo dijo. Lobo la tomó del brazo y la alejó de mí.

hicieron llamado a su vuelo, tomó sus cosas, y se fue, no hubo una última mirada, un último abrazo, nada de eso. Cuando volvió a mí pensaba en que hoy estaría aquí, abrazo a ella diciéndole “nos vemos en el próximo evento” o “te voy a visitar pronto” pero no, no se pudo.

se volvió a ir de mi lado, ésta vez no fue culpa de otro, sino mía, mía y de nadie más y en este momento dudo fuertemente en que ella quiera volver.