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Javier Bonet aka ; bnet.❄️

estaba en Costa Rica, Alina recién se independizó, vine para ayudarla con lo de su mudanza, aunque es una excusa para estar con ella hasta la internacional de este año, que es dentro de una semana.

— tus antiguos muebles eran la hostia, pero estos nuevos son la polla. —dije y ella rio.

—muy lindo su lenguaje, señor Bonet. —respondió.

—por cierto, te tengo un regalo —dije mientras sacaba la bolsa de mi equipaje— espero te guste.

—no tenías que regalarme nada, cielo. —decía mientras le entregaba la bolsa. Abrió la bolsa y cuando vio el contenido sus ojos brillaron.

—me parece que debías tener una también. —ella sonrió y me dio un abrazo. Era una foto nuestra, una foto del 2017, en la cena de navidad con mi familia.

—muchas gracias Javi —tomó mi rostro en sus manos, y juntó nuestros labios. Mi acción favorita era esa, ese gesto.

—no es nada, preciosa —dije y dejé un beso en su mejilla. Ella dejó la foto sobre su mesa de noche.

—pues ya casi estás, solo falta tu cama y ya podrás vivir aquí.

bajamos por la cama, que fue toda una batalla lograr subirla, era bastante grande.

—no puede ser tía —dije y ella enarcó su ceja— digo, no puede ser, amor, tu cama pesaba demasiado, espero que sea cómoda. —iba acostarme pero me tomó del brazo.

—uy quieto, usted no está bañado, está sudado, nadie se acuesta sudado sobre mis sábanas limpias. —avisó.

—pero da igual, luego vamos a sudar sobre ellas. —sus mejillas se tiñeron de rosado.

—pues hace calor acá ¿no? Por eso digo que luego sudaremos sobre ellas —dije riendo— ¿qué pensabas tú? ¿eh? —dije mientras ponía mis manos en su cintura.

—nada —respondió aún sonrojada.

—aunque bueno, si te apetece que sea en esa forma, a mí no me molesta. —dije mientras rozaba mi nariz en su cuello.

—hay, cajas... —hablaba pero su voz temblaba. Aclaró su garganta— afuera, hay cajas.

—¿quieres ir por las cajas? —pregunté en voz baja, ella aclaró su garganta nuevamente. Dejé algunos besos en su cuello.

sus manos buscaron mi rostro para lograr acomodarnos, y empezar a besarnos, la tomaba de la cintura con fuerza, mientras que volvía a bajar mis besos, escuchando los pequeños jadeos de su parte. Sacó mi camisa, mientras sus uñas rozaban mi espalda.

en medio de pasos torpes logramos sacar mi camisa, y logramos llegar a la cama. Se veía preciosa, como siempre, una imagen que era más hermosa que cualquier obra de arte.

sus manos viajaban por mi anatomía, mientras mis labios hacían lo mismo, en este momento la ropa nos estaba estorbando. En medio caricias y besos logramos sacar la mayoría de las prendas, ella estaba prendida en fuego, y a mí me gustaba.

mientras ella dejaba besos en mi mandíbula y cuello, mi mano había bajado, logrando tocar ese punto que hizo que ella se derritiera. En este momento no importaba nada, porque todo lo que necesitaba y quería estaba aquí.

no le dimos más larga al tema, y luego de protegernos, empezamos con lo que era un vaivén que nos daba placer a ambos.

recuerdos de tu olvido ; bnet.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora