Trillizos Wolfhard {F. W. y tú} // Terminada

6. Caerás como lo hacen todas

______'s POV.

—¡Finn, que me sueltes! ¡No quiero ir a tu coche!

Seguí gritando y pataleando, pero era inútil, él no tenía intención de soltarme y parecía darle igual que todo el mundo nos mirara. Parecía no importarle que Emily apareciera en cualquier momento y lo viera conmigo.

Cuando llegamos al aparcamiento, vi a Mike, Gaten y Lila esperando en el lugar donde habíamos quedado para reunirnos. Finn pasó por delante de ellos.

—Me la llevo —les dijo a los tres.

—¡Finn, suéltame ya! ¡No quiero ir contigo a ninguna parte! —me quejé.

—Cállate —me ordenó el chico de cabellos ondulados.

—Finn, suéltala. No puedes retener a las personas —le dijo Mike.

—Sí que puedo, pedazo de gay —le golpeé en la espalda cuando insultó a su hermano —_______, ¿qué haces?

—Como vuelvas a insultarle te corto los huevos —escuché como se reía, pero yo iba totalmente en serio.

—Bueno... nos vamos —dijo Finn llevándome.

Ya verá Mike, miren que dejarme con su hermano... Esa la apuntaría en mi lista de cosas que hacerle pagar a los Wolfhard.

Finn fue hasta su coche y, para mi sorpresa, ahí estaban Lucas, Emily y la chica que antes iba de la mano con el amigo de Finn.

—Finn, ¿qué haces? —Emily no puso su mejor expresión al verme.

—¿Y a ti qué te importa? —respondió él.

¿Por qué trataba así a su novia?

—Pues me importa —dijo ella—¡Porque eres mi novio y no puedes ir cargando a otras en brazos! —él la ignoró.

—Lucas, ya la tengo —dijo Finn.

—¡Finn, suéltame! —insistí.

—Ya va, ya va —contestó rodeando el coche—. Ahora nos vamos a casa —me dijo, abrió la puerta y me metió dentro del coche para después cerrar.

—¡Idiota! —exclamé frustrada.

Él rodeó el coche y después de despedirse de sus amigos, entró. No lo miré. Puso el coche en marcha y salió del aparcamiento. Mi mal humor aumentó ante su tranquilidad. ¡Cabrón!, era un cabrón cínico y maniático controlador. Estaba segura que de pequeño, en vez de mirar dibujos animados, miraba porno o era demasiado fan de Shin Chan.

—¿Por qué esa cara? —preguntó haciéndose el ofendido.

—Enfermo.

Bufó.

—Como digas —volvió a fijar su vista en la carretera.

Cuando llegamos a casa fui directamente a mi habitación, ignorándole, y me puse a estudiar. ¡No entendía por qué había montado tal numerito si solo íbamos a casa! Apenas habían empezado las clases, pero no quería dejar cosas atrás, así que estuve un rato tranquila, preguntándome por qué Finn no estaría molestándome, no me había vuelto a dirigir la palabra desde que habíamos entrado. Así que saqué mis apuntes de historia y me puse a repasar agradeciendo el silencio y la normalidad que había en casa. Miles y Mike aún no habían llegado y el hecho de estar sola en casa con Finn, y que este estuviera tan silencioso, me daba mala espina.