Finn's POV.
Estaba tumbado en la cama mirando al techo, más que nada, esperaba dormirme dado que no había descansado nada la noche anterior. _____ estaba en mi cabeza a cada momento, era como una enfermedad para la que no hay cura, y no podía saciarme de mis demonios sin pensar en ella.
Lloré. Lloré por dos noches, y no me avergonzaba decirlo. Siempre había escuchado hablar de lo doloroso que es el mal de amor, pero nunca hubiera imaginado que me sentiría como si flotara en una caja invisible. Me tenía prisionero y apenas podía respirar.
Creí que seríamos infinitos y acabamos siendo un instante.
Aquel era el peor de todos mis pensamientos, me gustaría hacer de ese instante algo más duradero, pero había perdido las ganas de luchar por ella y solo me quedaba lamentarme.
Ni siquiera sabía qué me había pasado en la mesa, cuando la había masturbado. Necesitaba tocarla y lo había hecho, sin siquiera pensarlo.
—Finn, tú tienes algún problema mental —dijo Gaten que estaba sentado en la cama—. Pero un problema serio. ¿Cómo se te ocurre? Yo no quería verlo. ¡No quería! —se quejó cerrando los ojos y poniendo tono de niño pequeño—. Me has traumatizado. ¿Acaso intentabas que ella volviera contigo?
Suspiré.
—No, solo… —hice una pausa ¿Por qué había hecho eso a la hora de comer? Ni yo lo sabía, pero, por muy pervertido que sonara, me había gustado. Pero es que toda ella me gustaba—. Solo tenía ganas.
—Dios mío —dijo Gaten y comenzó a reír— Tenías ganas de masturbarla y te da igual cómo y dónde.
—Pues sí —me encogí de hombros.
La puerta de mi cuarto se abrió y Miles entró.
—Hola, maricón uno —me miró—. Maricón dos —volvió su atención a Gaten—. Me aburro.
—Yo también —dijimos los dos a la vez.
Vi a Mike en la puerta de mi cuarto también.
— Hola —saludó—. Me aburro.
Mike se acercó a la cama y se tumbó.
—¿Puedo hacer una pregunta? —dijo Gaten.
—La estás haciendo —dijo Miles.
—Otra —dijo Gaten riendo.
—Sí —respondí.
—Bueno, será una pregunta rara —dijo— ¿A quién de ustedes le gusta _____?
—A mí —dije, pero me incorporé de golpe al oír que mis dos hermanos decían exactamente lo mismo que yo. ¿Desde cuándo…?
—Vaya trío —canturreó Gaten riendo—. Uno con novia, el otro pervertido y el otro odia a todo el mundo. Pero los tres por la misma chica.
—Cállate, Gaten.
—Mike, pero tú tienes novia —le dije a mi hermano, aún no lo entendía. Pensaba que ya se había decidido.
— Me gustan ambas.
—Pero a ver —dijo Miles—. No te pueden gustar las dos por igual.
Asentí, Miles tenía razón, era imposible que Mike quisiera a las dos por igual, lo que le pasaba era que no sabía lo que quería y, de vez en cuando, pensaba saberlo, pero luego se daba cuenta de que seguía como siempre.
—Déjenme, yo sé de qué hablo —dijo Mike—. Y esa no es la cuestión así que no me cambien de tema.
—Pues no te dejo en paz porque no me da la gana —le contestó Miles—. Parece que vives dentro de un pinball y eres la bola, rodando como loco a ningún sitio.
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Trillizos Wolfhard {F. W. y tú} // Terminada
Fanfiction¿Qué hay mejor que vivir con un Wolfhard? Vivir con tres. Esta novela es una adaptación. Créditos a su autora, Noelle Stephanie.