27. ¿Y mi beso?

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Miles POV.

Vi a _____ salir del cuarto de Finn, cuando asomé la cabeza y observé a mi hermano con expresión decaída, al borde de la cama, supe que algo había ido mal; así que decidí entrar.

-Hey, Finn ¿qué pasa? -apartó las manos de su rostro y me descubrió sentado a su lado, ni siquiera se había dado cuenta de mi presencia, lo supe por su mueca de confusión.

-Nada -respondió. Sus ojos estaban rojos, así que no podía decirme que no le pasaba nada.

Era _____ y nuestra estúpida broma lo que le dolía. Yo me había dado cuenta de algo que ellos parecían ignorar: Finn estaba enamorado de esa chica.

-¿Te gusta de verdad? -le pregunté, quería saber cuál sería su respuesta.

-Sí.

-Pues, entonces, no te queda otra que dejar tu manera de ser de lado y enamorarla. Dile cosas bonitas, sé dulce con ella. Ella no es el tipo de chica que se deja engatusar por el sexo y sabemos que tú no tienes paciencia -ni siquiera sé muy bien por qué dije eso, o cómo llegué a pensar que quería darle ese consejo. Normalmente, todo lo que mi hermano recibía de mí era lo contrario.

Él me miró fijamente y supe que estaba pensando lo mismo que yo.

-No siento que sea tan fácil, lo estoy intentando, pero ya se ha hecho una idea de mí que no sé si podré borrar.

Era extraño hablar de amor con Finn, ya que siempre había pensado que no llegaría a conversar de esto con él.

-Las ideas predeterminadas pueden romperse -ahora hablaba desde mi experiencia, aunque, no sabía si estaba preparado para hablar de Kaitlyn. Ella llevaba tres años enterrada en mis pensamientos, como si nunca hubiera sucedido.

-¿Cómo?

-Con actos -así fue como me rompieron el corazón, y no iba a hablar de eso en voz alta-. Las palabras nunca cambiarán nada porque, normalmente, hablamos en vano y mentimos sin darnos cuenta -no pude evitar hablar de ella-. Pueden hacer creer que te quieren y, luego, demostrarte que nunca fue así. Te crees que todo lo que has visto es lo que hay, simple belleza; de repente, te muestran la fea verdad y te preguntas cómo no pudiste darte cuenta.

Él se percató que hablaba de la chica que alguna vez había querido con locura.

-¿Aún piensas en Kaitlyn?

Asentí.

-Normalmente no, pero a veces no puedo evitar recordar cosas.

-Vaya mierda, resultó ser una zorra.

-Todas son así, así que asegúrate de que _____ sea sincera, sino acabarás jodido.

Asintió, pero enseguida noté que ese último consejo no le había ayudado en absoluto.

Aún me preguntaba por qué lo había animado a conquistarla. ¿Desde cuándo hacía yo cosas así?

No supe qué más decir, así que me marché minutos más tarde, ya que él no dijo nada más.

***

Kaitlyn vino a mi mente, pero la eché con la misma rapidez con la que se marchó y decidí mantener mis pensamientos ajenos a cualquier mujer; sin embargo, fue inútil apartarla de mis sueños aquella noche. Por la mañana me aseguré a mí mismo que aquella noche había sido la menos reparadora en muchísimo tiempo y, aunque conseguí vestirme sin pensar en ella, no pude apartar a las mujeres de mi cabeza esa mañana. Por desgracia, cuando salí del cuarto vi a _____ saliendo del baño envuelta en una toalla, mientras algunas gotas de agua se resbalaban por su cabello. Suspiraba al caminar hasta su cuarto, haciendo que, sin quererlo, se encendiera algo en mí. ¿Cómo mierda era capaz de ir así por el pasillo como si nada? Tragué saliva y ella se metió en su cuarto sin siquiera haberse percatado de que la observé con deseo. Sí, seré malhumorado, pero ¿qué clase de hombre ve a una chica con solo una toalla y el pelo mojado paseándose por su casa y no le entran cosquillas en sus partes? Yo creo que a ninguno, a no ser que seas el padre de esa chica.

Trillizos Wolfhard  {F. W. y tú} // TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora