Trillizos Wolfhard {F. W. y tú} // Terminada

22. Pensamientos y añoranzas

_____'s POV.

Me levanté y me puse a hacer el trabajo de historia, por segunda vez, preguntándome cuanto tiempo tardaría Finn en llegar y demostrarme que sí había aprendido algo. Aunque, si Gaten era su profesor, estaba más que segura que algo aprendería, porque Gaten era muy inteligente y sabía muy bien cómo explicar las cosas, al igual que Mike. Media hora más tarde tocaron a la puerta de mi cuarto y respondí con un «pasa». Mike entró con la misma expresión de esta mañana y se tiró en la cama.

—Tengo que contarte algo muy extraño.

Últimamente Mike me contaba todo, y yo a él también, la verdad era que nuestra relación se había vuelto algo parecida a la que tendrían unos mejores amigos. Sin embargo, a veces teníamos momentos demasiado tiernos, de esos que solo tendrías con tu novio, aquellos, eran perfectos. Él era perfecto, en todos los aspectos, y cualquiera querría estar con él. Sabía que él no se fijaría en mi como algo más que una amiga, ya eso quedó claro en nuestro primer beso, que nunca más volvería a pasar.

—Dime ya, qué pasó —volteé esperando una respuesta.

Él frunció el ceño.

—¿Esa es la chaqueta de Miles? —preguntó.

—Sí —contesté, se me había olvidado devolvérsela.

—Ah —dijo confuso, aunque igual se incorporó y se sentó en la cama con las piernas cruzadas—. Lo que te decía, me he peleado, pero a la vez no.

Hice una mueca.

—¿Eh? No entiendo. Explícate, Mike.

—A ver —dijo— ¿Conoces a Jenna? —asentí y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al recordar la última y única vez que había hablado con ella— Me pidió las tareas otra vez, y no se las había hecho. Estoy harto de que me trate así y de hacerle las cosas, que se lo haga ella —rodé los ojos en forma de aprobación—. Pero ella se enojó —continuó—. Entonces, yo estaba hablando con Lucas y llegó a gritarme, me agarró del brazo —hizo una mueca—. Esta mujer sí que tiene fuerza, de verdad. De este modo me llevó a un sitio donde no había nadie y pensaba que me iba a matar o algo, pero se me tiró encima.

Abrí los ojos como platos. No podía creerlo, o sea, yo sabía que Jenna estaba loquita por Mike, pero esto, así de repente, era demasiado.

—¡¿Qué?! —exclamé haciéndome la sorprendida, aunque, claramente, estaba exagerando.

—Sí, se me tiró encima, me besó y, no sé porque yo le correspondí, quizá porque estaba ido. Además, me pasé el descanso con ella —dijo él con los ojos abiertos como platos a la vez que se tocaba los labios—. Estoy confundido, porque, cuando se fue me dijo: «Eres mío, que te quede claro. Y si te digo que hagas una cosa, la haces. Mañana te quiero aquí a la misma hora» —No dije nada, eso se veía tan típico de Jenna—. Es que ¿desde cuándo le gusto a Jenna?

Lo miré intentando que no se notara el hecho de que yo ya lo sabía, pero no lo conseguí. No sabía cómo sentirme sobre esto, porque, tenía que admitir, estaba celosa. Aunque no sabía exactamente de qué.

—¿Tú lo sabías? —me preguntó amenazante. Se me escapó una risa y me descubrió— Qué mala, podrías haberme ahorrado toda esta angustia.

—¿Cómo iba a saber que ella te haría eso? —me defendí.

—No sé— contestó.

—Pero ahora lo importante —dije— ¿Te gustó?

Él me miró y rodó los ojos.

—Vaya pregunta —dijo—. Te dije que me pasé el descanso con ella ¿Crees que estábamos hablando? —dijo divertido y yo negué con la cabeza— Claro que me gustó, eso es lo que me da miedo.