𝐖𝐈𝐃𝐄 𝐀𝐖𝐀𝐊𝐄 || akabane karma

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FUTURE

  El mes de la madurez, Noviembre. El momento en el que los estudiantes secundarios deben decidir qué va a ser de sus vidas y qué es lo que quieren lograr en el futuro; qué es lo que el mismo tiene para ellos. Koro-sensei había preparado unos documentos para cada estudiante, en donde escribirían su escuela ideal -que es el lugar a donde irían a hacer un examen de admisión- y las dos carreras u ocupaciones que tengan de interés, ordenándolas por prioridad.

  El caso de Shiori era un caso especial: al ser de un lugar totalmente diferente, y aún no tener señales de sus seres queridos, ni de alguien de su dimensión como tal, no sabía qué decisión tomar. No sabía si debía tal vez, elegir algo a lo que dedicarse y resignarse a comenzar una nueva vida en esa dimensión, o seguir esperando a que alguien volviese a por ella. No tenía claro qué sería de ella, además de que está hipotéticamente repitiendo un año.

  De todas formas, si tomase la primera decisión sería un caso difícil, puesto que no hay registros de ella en ninguna parte, y al igual que Koro-sensei, actúa como secreto de Estado, y el único que sabe de ella en Kunugigaoka y su verdadero origen -además de la clase E- es el director Asano. Nadie más sabe de dónde viene ella realmente.

  Aizawa mira el papel sobre su banco una y otra vez, sin saber muy bien si debería escribir algo en el papel o no. Con cuatro meses para matar a Koro-sensei y evitar que destruya la Tierra, la misma destrucción de la Tierra, o tal vez menos tiempo y alguien pueda volver a por ella. Está entre la espada y la pared, y esta decisión no la puede tomar a la ligera. Tampoco tuvo mucho tiempo para pensar, ya que en ese mes que pasó, ni Karma ni nadie le habló de lo que se vendría a futuro, luego del fin de la escuela media. El lápiz al costado de la hoja parecía pedirle a gritos que escribiera algo de una vez por todas, pero realmente ella no sabía qué hacer.

  —¿El pulpo en serio está dando consejos de carreras?

  Aizawa estaba tan ensimismada en sus propios pensamientos, que ni siquiera prestó atención al momento en que la puerta se abrió. Bitch-sensei era quien había hablado, luciendo, a los ojos de Shiori, más bonita de lo normal. Llevaba un suéter que, gracias a sus exageradas curvas y grandes proporciones se le apegaba demasiado a su figura, unos pantalones color vino junto a unos zapatos bajos, y su cabello peinado de manera diferente, resaltando en ella lo que ahora era una chasquilla. La pelinegra pensó que se veía bastante bonita, e incluso sintió un poco de envidia ante lo fácil que era un cambio para ella y para todos los del salón. Realmente estaba en una situación muy complicada.

  —¡Bitch-sensei!

  —¡En ropa normal!

  —Sí, es ropa común y barata —respondió la rubia, con un rostro que presentaba inocencia -o así es como lo vio Aizawa- y sus ojos más brillantes de lo normal—. Sólo intento encajar en su mundo normal. ¿Qué? ¿Quieren que muestre más piel?