𝐖𝐈𝐃𝐄 𝐀𝐖𝐀𝐊𝐄 || akabane karma

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SUPPORTING ISOGAI

  —¿Derriba el poste en el festival deportivo?

  —Sí —afirma Maehara en un intento de apoyo hacia su mejor amigo, Isogai.

  Isogai estaba haciendo turnos como mesero para obtener dinero, lo cual es una clara infracción en Kunugigaoka, algo que a Aizawa le pareció totalmente absurdo. Fue descubierto por los cinco grandes de Kunugigaoka; entre ellos, se encontraba el hijo del director, y lo desafió a él junto a su clase a cambio de: guardar el secreto, o la expulsión del presidente de la clase E.

  —Si derrotamos a la clase A, ellos dejarán tranquilo a Isogai.

  Si lo poco que Akabane le había comentado a la pelinegra era cierto, entonces existía la posibilidad de que sólo estuviesen riéndose en sus caras. Aunque ya había tenido Educación Física con ellos, por lo que ya había visto algunas de sus habilidades. Eran realmente talentosos.

  —Obviamente solo quieren avergonzarnos —exclamó Terasaka desde el otro lado del salón.

  —¿Qué hacemos? —preguntó esta vez Sugino—. Si decimos que no, Isogai será penalizado de nuevo. En el peor de los casos, podría ser expulsado.

  —No... ustedes no tienen que hacerlo —afirmó el delegado, quien estaba metido en sus propios pensamientos hace unos segundos, abrumado por la situación—. Nunca se sabe qué tiene Asano bajo la manga. Además, yo soy el que debe tomar la responsabilidad de esto. ¡Que me expulsen si quieren! ¡Puedo seguir en el asesinato fuera del terreno de la escuela!

  —Ikemen —susurró la única chica entre muchachos, la cual estaba apoyada junto a la puerta mientras esperaba a Karma para volver a casa del pelirrojo. Esa nobleza ya la conocía de su compañero Midoriya, y le sorprendía verla también en el delegado de la clase E.

  Isogai había olvidado la existencia de la única fémina en la sala, y un pequeño sonrojo invadió sus mejillas al escuchar el "cumplido" de la que podrían considerar la chica más fría de su clase. Aunque cualquier rastro de vergüenza se borró cuando sus compañeros le reclamaron acerca de su terrible idea y comenzaron a arrojarle distintos objetos.

  —No pienses tanto esto, Isogai —Maehara apaciguó el ambiente, parándose delante de su amigo e inconscientemente, dando directamente la espalda a la pelinegra—. Sólo debemos derrotar a esos nerds en derribo de poste, ¿verdad? ¡Será fácil! Lo haremos. ¡Es como si tuviéramos suerte de que te hayan atrapado trabajando!

  —¡Esta es nuestra oportunidad de hacerles pagar por todo lo que nos hacen! —se le unió Terasaka.

  —Derribarlos y destruirlos.

  —¿Verdad, ikemen?

  La puerta se abre con tanta suavidad, que sólo Shiori lo notó. Por ella se asomaban Koro-sensei y Karasuma, quienes llegaron en el momento justo para ver el brillo en los ojos de Isogai ante el apoyo de sus compañeros. El maestro apoyó un tentáculo en la cabeza de la fémina a su costado a modo de saludo, para luego soltar unas palabras dirigidas tanto a Karasuma como a la adolescente.