𝓢 || ❝ i'm wide awake. ❞
𝗔𝗜𝗭𝗔𝗪𝗔 𝗦𝗛𝗜𝗢𝗥𝗜, estudiante
de la preparatoria UA del curso
de héroes, pierde su batalla
contra un villano durante una
misión y gracias a su particula-
ridad termina en una dimens...
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—¿Karaoke?
—¿No que hiciste ya karaoke una vez con Maehara y Okano? —pregunta burlón el pelirrojo mientras extendía el micrófono en dirección a la adolescente, quien abrió sus ojos como platos.
—Uh, algo así. Pero yo no canté —trató de excusarse.
Karma la miró con una ceja alzada y ella solo se encogió de hombros, rechazando el cantar. De todas formas, Akabane no iba a rendirse ahí y seguiría insistiendo.
—¿Acaso eres cobarde, o te da vergüenza? Apuesto a que debes tener una voz horrenda para cantar.
—Sí, Karma. Canto muy mal —rodó los ojos con sus labios levemente fruncidos. Sin embargo, aquella acción se suavizó al ver la canción que el muchacho había elegido para él.
Del soundtrack de la última película que vieron solos, Sparkle relucía en la pantalla del televisor, lista para que su karaoke fuera reproducido. La canción que más les había gustado de Kimi no nawa, la película a la que pertenecía el tema. Aún así, no daría su orgullo a torcer.
En cuanto Karma volvió a insistir, ella negó con la cabeza y se cruzó de brazos, mirando a otro lado. Akabane suspiró algo rendido y le dio la espalda, dejando el instrumental comenzar a sonar.
—Está bien. En ese caso, creo que la cantaré yo solo.
Aizawa lo observó con la cabeza ladeada mientras entonaba las primeras frases del tema, embobada por su melodiosa voz. No siempre tenía la oportunidad de escucharlo cantar, y no podía negar que tenía un buen timbre para el canto.
Cuando el ojimercurio llegó al primer coro de la canción, se giró hacia Shiori, aún cantando. Ella alzó una ceja en su dirección mientras que él le sonreía divertido. Extendió una mano en su dirección invitándola a cantar, pero ella volvió a negar. Aún así, Akabane la agarró del brazo e hizo que se levantara del sofá para que fuera a cantar con él.
Aizawa lo mira con los ojos entrecerrados mientras él seguía cantando con una sonrisa, hasta que finalmente se resignó y decide seguirle el juego, cantando junto a él.
—Tokei no hari mo futari wo. Yokome ni minagara susumu. Konna sekai wo futari de. Isshou iya nanshou demo. Ikinuite yukou —cantaron al unísono. Al final del verso, Karma pinchó con su dedo índice la nariz de la azabache, sacándole una bonita sonrisa a la joven, la cual tomó como su motivación para seguir cantando.
La canción era relativamente larga, así que estuvieron unos minutos más disfrutando de la canción y cantando a dueto, con Karma molestándola de vez en cuando o tratando de hacer el ridículo solo para verla sonreír, lo cual claramente daba resultados.
