𝐖𝐈𝐃𝐄 𝐀𝐖𝐀𝐊𝐄 || akabane karma

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BLOODLUST & RESCUE

  Irina ya llevaba un par de días sin hacer acto de presencia en el salón de la clase del End, causando distintos tipos de preocupaciones en el alumnado correspondiente. Aunque también estaban los estudiantes quienes no le tomaban mucha importancia a la situación y creían que era parte de su berrinche, como es el caso de Aizawa.

  —Llámenme si averiguan algo de Irina-sensei —habló Koro-sensei abriendo la ventana del salón de clases, con su cabeza en forma de balón—. ¡Iré a Brasil a ver un partido de fútbol! ¡Sambadiós! —el pulpo se fue a velocidad Mach 20, provocando un estruendo y una gran ráfaga de aire en toda la sala de clases.

  —Es cierto, él quería ver ese partido desde hace mucho —comentó Hiroto.

  —Me pregunto si Bitch-sensei estará bien —mencionó la vice presidenta de forma preocupada.

  —Nada. No conecta —acota Yada, quien trataba de comunicarse con la maestra a través de su teléfono.

  —No hay rastro de ella en el GPS o en las cámaras de vigilancia pública —informa Ritsu. Información que terminó por preocupar a quienes trataban de restarle importancia al asunto, como a Shiori, quien había tratado de mantenerse al margen.

  Luego de la informaciĺn otorgada por la Artillería, le dio una pequeña corazonada, la cual decía que su maestra no estaba bien, y que necesitaba ayuda. Realmente esperaba que sus pensamientos sólo fueran por la costumbre de pensar siempre de manera negativa en la UA y todo lo relacionado a sus misiones.

  —Ella no nos dejaría por algo así, ¿verdad?

  —No es eso. Aún hay algo que necesitan que ella haga.

  —¿Cierto? Además, es divertido tenerla cerca —respondió Okano con una pequeña sonrisa.

  —Sí, tienen un gran vínculo, ustedes y ella. Mi investigación preliminar me mostró eso. Lo único que tengo que hacer, es aprovecharlo —el misterioso joven que habló antes que Okano le respondiera, se paró detrás del escritorio y depositó un ramo de flores con una naturalidad impresionante.

  En cuanto los estudiantes cayeron en la cuenta de la presencia desconocida en su salón, y el cómo había pasado tan desapercibido, erizó todos los vellos de la pelinegra. La forma en la que aquel hombre había entrado a su salón de clases fue demasiado casual para ser cierta. El escalofrío que Shiori sentía en su columna no era normal. No era como cuando tenía que enfrentarse a un villano, o como cuando tuvo que luchar contra Stain... era una sensación mucho peor. Inmediatamente se puso alerta, y tomó las cintas de su cuello con fuerza por precaución, por si es que llegaba a necesitarlas.

  —Yo soy el asesino conocido como Dios de la Muerte. Y ahora tengo una lección para ustedes —aquel hombre poseía una sonrisa tan inocente que daba miedo—. Una flor hermosa adormece la precaución de las personas y abre sus corazones. Como le dije a ustedes, Nagisa-kun. Pero la razón original por la que las flores evolucionaron tan fragantes y encantadoras... Ritsu-san, abre la imagen que te envié.