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AKABANE KARMA'S HOUSE

AKABANE KARMA'S HOUSE

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  —Y... aquí es.

  Akabane coloca la llave en la puerta de entrada de madera color blanco, para acto seguido dar recibimiento a la pelinegra más baja en su hogar. Era una casa relativamente amplia pero muy simple, con algunas decoraciones extravagantes tanto en el interior de la estructura como la sala y los pasillos o el pequeño porche de entrada. Aizawa quita sus zapatos y los deja junto a la entrada antes de poner un pie dentro y se permite dar una mirada rápida por todo el lugar, inspeccionando y curioseando todo lo que sus ojos pudiesen abarcar en ese momento.

  —Otra vez, muchas gracias por permitirme quedarme contigo, Karma. Te prometo que no seré una molestia para ti ni para tu familia.

  —Por los viejos no te preocupes, senpai. Y como ya te mencioné, no es ninguna molestia para mí —el pelirrojo cuelga su bolso en un perchero al lado de la puerta, y le pide a la joven el suyo para hacer lo mismo. Shiori le entrega su bolso y su compañero de clase lo cuelga—. Vamos, te enseñaré la casa.

  Karma le otorgó un pequeño recorrido por su hogar para que supiera a qué lugares acudir en caso de cualquier cosa. Le enseñó la cocina, la sala, una pequeña biblioteca que sus padres ocupaban como despacho algunas veces para trabajar desde casa, el baño de la planta baja, y luego las habitaciones en el segundo piso. La primera puerta que se apreciaba al subir las escaleras daba paso a la habitación de sus padres, frente a esta y detrás de las escaleras se encontraba el cuarto del pelirrojo, y a un costado una habitación para los invitados, que es donde dormiría Aizawa. Allí también había un baño, un poco más grande que el de abajo, y también había una terraza.

  —Es un bonito lugar —Shiori no pudo retener su comentario, a lo que Karma simplemente soltó una pequeña risita.

  La joven no pudo evitar pensar en su propio hogar; la casa de estilo tradicional japonés en la que vivía con su padre, junto a un pequeño jardín en la entrada -aunque un poco mal cuidado desde la pérdida de la madre-.

  —¿Realmente tus padres te dejan quedarte solo mientras ellos viajan?

  —Puedo cuidarme solo. Además, están constantemente al pendiente de mí. No es como que se vayan y se les olvidara mi existencia —suelta con un pequeño deje de diversión, aunque con una sola mirada de reojo, Aizawa pudo notar lo incómodo que lo había puesto su pregunta, por lo que decidió dejar el tema ahí y no hacer más preguntas. Después de todo, apenas y estaba conociendo a ese muchacho.

  La pelinegra abre la puerta de lo que sería su habitación por sabe quién cuánto... probablemente fuera a ser sólo por ese día, no lo sabía. Era una habitación simple con paredes color crema, una cama en una esquina junto a un mueble, una ventana y un cajón para la ropa.

  —¿Estás bien con eso? Si quieres-

  —Está bien, Karma. Está realmente bien.

  No. No estaba bien. No estaba bien porque ella quería su cama, su cuarto, su casa, su familia... quería su vida. Más tendría que adaptarse a eso, y aceptar la derrota. Porque todo esto no era nada más que eso, una gran derrota por parte de un villano. Lanza un pesado suspiro, sin saber qué más decir, aún sabiendo que el joven de hebras rojizas se encontraba detrás de ella y recargado en el marco de la puerta, observándola atentamente.

𝐖𝐈𝐃𝐄 𝐀𝐖𝐀𝐊𝐄 || akabane karmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora