𝐖𝐈𝐃𝐄 𝐀𝐖𝐀𝐊𝐄 || akabane karma

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KUNUGIGAOKA'S FESTIVAL

  —El campus principal está muy alborotado por el festival de este año. Deben pensar que haremos algo, pese a que no podemos ganar.

  Café de maids, Crepería, Restaurante de Estación de Tren, Tienda de Hamburguesas, Lonchera Creativa, Café, y Tienda de Taiyaki, son las opciones escritas en el pizarrón por los delegados del curso. Con el otoño en su máximo esplendor, el festival escolar estaba a la vuelta de la esquina, y todas las clases de Kunugigaoka debían de hacer sus preparativos para este evento tan conocido y famoso a nivel nacional.

  —Escuché que Asano contrató un restaurante —comentó Sugino. Y es que el rumor se esparció muy rápidamente por todo el alumnado de Kunugigaoka tanto del campus principal como del campus de la clase E.

  —Eso es algo que él haría —acotó una desganada Nakamura.

  —Entonces tendremos que salir a ganar —agregó ahora Koro-sensei—. Este encuentro dependerá de una mezcla de todo menos asesinato y estudios.

  —Realmente no quiero perder contra la clase A... pero, ¿qué podemos hacer?

  Nadie respondió ante la pregunta de Sugino. Muchos estaban desganados debido a las capacidades del presidente del consejo estudiantil y sus ambiciones por la victoria y los primeros puestos. Sin embargo, Koro-sensei -como siempre- fue el encargado de subir el ánimo y las esperanzas de sus alumnos.

  —Asano-kun está en lo correcto. Necesitan tener un sentido agudo para los negocios. Si con un corto presupuesto pueden hacer algo de gran valor, tendrán clientes.

  —Bueno, es cierto. Pero...

  —¡Las respuestas están a su alrededor! —interrumpió a Maehara—. ¡El valor de la clase E reside en esto, esto, esto, y esto!

A medida que hablaba, con cada tentáculo mostraba algunas de las preciadas y deliciosas especias e ingredientes que poseía aquella montaña en sus más oscuros rincones. Y es que la comida de montaña era una de las cosas más deliciosas que existía.

  —¡Estos ingredientes son como ustedes! —siguió hablando—. ¡Están ocultos en la montaña, donde nadie nota su valor!

  —Así que atacaremos a los clientes con armas ocultas —infirió Terasaka, quien golpeó repetidas veces la espalda de Muramatsu—. ¡Un buen restaurante de asesinos!

  —¡Ahora, vendan estos cuchillos como si quisieran matar!

  Con eso, la clase E comenzó a trabajar en su restaurante para el festival escolar. Todos se dividieron las tareas de manera pulcra y acorde a sus habilidades, tal y como lo hicieron cuando tuvieron que reparar el centro del señor Matsukata. En un principio todos se dedicaron a recolectar los ingredientes utilizando sus habilidades de freeruning o parkour para llegar a los sitios más complejos. Ya para cuando llegó el día del festival, no eran más que grupos de dos o tres personas para conseguir ingredientes si llegaban a faltar, otros se dedicaban netamente a la cocina, otros al servicio de los clientes. Otros como Yada o Irina se encargaban de atraer a la clientela.