Volkov y Leónidas nos llevan al hospital para comprobar si Paola presenta algún tipo de daño físico. Al llegar allí, ayudo a Paola a salir del patrulla y le paso un brazo por la espalda a la vez que cojo su mano para tranquilizarla. Las dos avanzamos hasta la recepción y la misma doctora que atendió a Conway ayer se acerca a nosotros.
-Buenos días- saluda Volkov a la doctora -Esta chica ha estado a punto de saltar de un puente y venimos para que la revisen y descartar posibles daños- le explica.
-Por supuesto- asiente la doctora -Por favor, acompáñeme- le dice a Paola.
-¿Puede estar ella con nosotras?- le pregunta Paola a la doctora señalándome a mí.
-Lo siento, pero debemos estar sólo tú y yo- le responde con lástima -Pero ella no se irá a ninguna parte, te esperará aquí.
-¿Me lo prometes?- sus ojos se desvían hasta mí con miedo.
-Claro que sí, no tienes de qué preocuparte- le respondo dándole un apretón afectuoso en la mano.
Paola se despega de manera dudosa de mí, pero la doctora la ayuda cogiéndole de la mano y se la lleva a una sala. Mientras tanto, me pongo a dar vueltas por recepción muy preocupada por ella, pues no quisiera que tuviera ningún tipo de daño. A la que me doy cuenta, Leónidas se coloca frente a mí, por lo que paro mis pasos y me quedo mirándolo a los ojos, a la espera de que me diga algo.
-¿No te gustaría ser policía?- su pregunta me pilla por sorpresa, ya que me esperaba cualquier cosa menos eso. Pienso durante unos pocos segundos hasta que le doy una respuesta.
-Bueno, nunca me lo había planteado, ¿por qué?- le pregunto con curiosidad.
-Me he enterado de que salvaste a Conway cuando lo secuestraron y ahora has salvado a una persona a punto de suicidarse- dice Leónidas -Tal vez, se te dé bien.
-En realidad yo no salvé a Conway, lo salvamos entre cuatro personas- le contesto -Y lo de hoy...- pienso -Simplemente he actuado por instinto, tenía que intentarlo ya que Conway no podía hacerse cargo de la situación él solo.
-Pareces una persona muy humilde- me sonríe -Estoy seguro de que serías buena policía y me encantaría tenerte como compañera.
-Gracias, Leónidas- le sonrío de vuelta -Me lo pensaré- un recuerdo me llega a la mente ahora mismo. Horacio me había dicho que lo llamara porque quería hablar conmigo, entonces saco mi móvil y echo una mirada de disculpa a Leónidas -Perdona, tengo que hacer una llamada.
-Adelante- asiente a la vez que sonríe.
Me alejo del policía y salgo del hospital para detenerme en un lateral de la puerta. Busco el contacto de Horacio y me llevo el teléfono a la oreja después de marcar su número. Espero unos pocos segundos hasta que escucho su voz al otro lado de la línea.
-____.
-Hola, Horacio- lo saludo de manera fría -Dime, ¿qué querías?
-No puedo decírtelo por teléfono, ¿estás en tu casa?
-No, estoy en el hospital.
-¿En el hospital? ¿Te ha pasado algo?- su tono de voz suena preocupada, pero eso no hace que olvide lo que me hizo.
-No- contesto de manera rotunda -He traído a una chica que lo necesitaba.
-Ah, vale- dice aliviado -En ese caso, puedo ir allí y hablamos- propone -Si te parece bien, por supuesto.
-Sí, pero date prisa porque en cualquier momento la chica saldrá y nos iremos.
-Vale, en dos minutos estoy ahí, que estoy con Gustabo y Segismundo en el coche.
ESTÁS LEYENDO
Espina Clavada (Jack Conway y tú)
Fanfiction____ Watson llega a Los Santos desde Londres, donde sabrá lo que es un lugar con ciudadanos completamente diferentes a los de su ciudad natal. Por culpa de algunas malas influencias, ella termina delinquiendo, pero cuando el policía más conocido e i...