Espina Clavada (Jack Conway y tú)

Capítulo 12

Durante un largo tiempo, mi mente sólo reproduce ese beso tan inesperado como maravilloso que he compartido con el superintendente. Jamás me habría imaginado que pasaría de verdad y menos por su parte. No tenía ni idea de que vendría a propósito a mi casa para besarme. Debido a lo enfadado que se fue tras nuestra corta conversación, lo último que me esperaba era un beso suyo. Pero ha ocurrido. Me ha besado y he decir que, de todos los hombres que he besado en mi vida, él es el mejor y el que más me ha hecho sentir estar en las nubes.

Ahora no sé cómo debería comportarme frente a él porque, al menos para mí, ese beso sí ha significado algo, pero para Conway no lo sé. Está claro que delante de los demás no debo actuar de manera sospechosa, pero estando con él a solas no tengo la menor idea de qué hacer o decir. Creo que de momento voy a comportarme como si ese beso no hubiera ocurrido, más que nada por precaución y para no hacerme demasiadas ilusiones.

Mañana a las 10:00 tengo que estar en el portal de mi edificio para esperar al superintendente e ir a otro hangar para seguir con el entrenamiento y no sé si voy a poder concentrarme estando él conmigo. Le pondré todo el empeño posible pero será difícil no pensar en lo sucedido hace unos minutos. De hecho, será difícil no pensar en todo lo que me ha pasado desde que lo conozco y lo que poco a poco me ha hecho sentir, a pesar de su carácter tan... peculiar. En verdad, no tengo muy claro qué ha sido lo que realmente me ha atraído de Conway, pero lo que sí sé es que si no lo hubiera salvado de esos atracadores, no me habría dado cuenta de que he acabado enamorada de él.

Con esto no quiero decir que me alegre de que lo hayan secuestrado, ni muchísimo menos. Yo he pasado un miedo atroz y he estado muy preocupada. No obstante, gracias a eso he dejado de engañarme a mí misma y he reconocido mis sentimientos por él. A pesar de creer que jamás pasaría nada entre Conway y yo, con este beso me he quedado de piedra y con ganas de seguir besándolo como si de ello dependiera mi vida.

El timbre de mi casa vuelve a sonar por tercera vez y me distrae de mis pensamientos. Después de haberse ido Conway no sé quién pueda ser. No creo que sea de nuevo él, así que abro la puerta y me encuentro con un Viktor mirándome interrogativamente y con curiosidad. Bueno, será mejor que me acostumbre a llamarlo Volkov porque donde más lo voy a ver es en comisaría. Siendo sincera, no tengo ganas de hablar con él y menos a estas horas de la noche. Aunque, supongo que si está aquí es porque me quiere decir algo.

-¿Necesitas algo?- ni siquiera lo saludo y cruzo los brazos por debajo del pecho mientras espero su respuesta.

-¿Vas a estar enfadada conmigo toda la vida?- en verdad, no creo que haya tocado a mi casa para hablar sobre eso, así que le contesto de manera rápida y que me diga lo que quiere decirme.

-Tu comportamiento en el hospital me ha decepcionado mucho, con lo cual no puedes echarme en cara eso.

-Vosotros hicisteis mal las cosas- y dale -Tu deber era llamar a la policía en cuanto se llevaron a Conway del hangar.

-No, Volkov- niego con la cabeza -Porque sino, nadie lo habría encontrado. Por suerte mi reacción fue seguirlos y una vez allí pedir ayuda a la policía y es lo que hizo Segismundo cuando los tres llegaron a donde estaba yo. Nosotros no tenemos la culpa de que no llegarais a tiempo.

-Vale, lo que tú digas- me molesta el hecho de que me dé la razón como a los tontos -De todas formas no he venido a discutir eso, he venido por otra cosa- ya lo suponía -¿Conway ha estado aquí?- su pregunta me sorprende, ya que me parece increíble que lo sepa -Por tu reacción debo suponer que sí.

-No, no ha estado aquí- le miento -¿Por qué?- prefiero evitarle a Conway un interrogatorio más adelante.

-Estás mintiendo- me señala con el dedo índice a modo de acusación -He visto su coche frente al portal cuando he bajado a tirar la basura y por mi casa no ha pasado, y la única persona que él conoce que viva aquí además de mí, eres tú.