Unos días más tarde nos encontrábamos en el sótano y esta vez estábamos haciendo algo más divertido que catalogar objetos mágicos.
—¿Qué pasó con la promesa de los castillos? —le pregunté a Kai empujándolo para tomar un respiro. Estaba apoyado contra una de las estanterías. Encima de su hombro había un frasco con ojos que me miraban.
Miré hacia el frasco.
—¿Lo ves? Cosas como ésta hacen que se me vayan las ganas. Kai miró el frasco y luego se volvió hacia mí, arqueando las cejas.
—¿De verdad? A mí me causan el efecto contrario. Le di un codazo en el estómago. Y me reí.
—Estás enfermo.
Kai sonrió y agachó la cabeza para besarme de nuevo, pero lo esquivé.
—Vamos, Kim, estamos aquí por una razón y no para jugar. Él me dedicó una sonrisa burlona y se cruzó de brazos.
—Vale, puede que estar conmigo no sea razón suficiente, pero…
—No me distraigas con tus conversaciones provocadoras —lo interrumpí—. Tenemos que registrar este lugar y el hechizo no va a durar mucho rato.
Elodie se había zambullido dentro de mí en la puerta del sótano y, con un rápido hechizo, había abierto la cerradura. No se molestó en mirar a Kai, ni siquiera. Se había esfumado en cuanto se abrió el segundo cerrojo.
De pronto, noté que la sonrisa burlona había dejado la cara de Kai. De hecho, se veía bastante abatido.
—¿Tanto te afecta que no quiera seguir besándome contigo? —pregunté.
—No es eso —contestó Kai muy serio—. Se trata de Elodie.
—¿Qué sucede?
—No lo sé, Lee —respondió poniendo los ojos en blanco—. ¿No te parece suficiente que el fantasma de mi ex novia se apodere de vez en cuando del cuerpo de mi novio?
—¿Ahora soy tu novio? —dije, dando un paso atrás y tropezándome con un escalón.
—Hemos tratado de matarnos, hemos luchado contra los necrófagos y nos hemos besado. Estoy seguro de que, a estas alturas, en muchas culturas ya estaríamos casados.
—Como tú digas. El caso es que yo no tengo poderes y Elodie sí. Si dejo que de vez en cuando me use como una marioneta, a la larga podré volver a hacer magia. No tengo ningún problema en permitírselo. Y tú tampoco deberías tener problemas ni con mi cuerpo, ni con mi fantasma.
Era obvio que Kai tenía muchas cosas que decir al respecto, pero se limitó a contestar:
—Vale. De acuerdo.
Algo en su tono de voz hizo que me irritara, pero lo dejé pasar.
—¿Por dónde empezamos? —inquirí.
Kai se desabotonó los puños de la camisa y se arremangó.
—Bueno, Luhan ha dicho que ha visto a Lara merodeando por el sótano por lo menos tres veces esta semana, ¿verdad?
Asentí con la cabeza.
—Y jamás entra ni sale con nada —añadí.
—Está bien —dijo dando un suspiro—. Sea lo que sea lo que hace aquí, debe de estar utilizando alguno de los objetos del sótano.
Eché un vistazo alrededor. Los estantes estaban abarrotados de cacharros.
—Déjame que te lo diga: Lara hace algo con alguna cosa que está en alguna parte.
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Spell Bound [Kaisoo]
FantasiJusto cuando Lee Kyungsoo empezaba a aceptar sus extraordinarios poderes mágicos como demonio, el Concilio Prodigium se los arrebata. Ahora se encuentra solo, indefenso y a la merced de sus enemigas, las Brannick. O al menos así lo cree Kyungsoo, h...