Capitulo 32

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Quedan 2 capítulos más 😭😔
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Oí  a  Izzy  llorando  detrás  de  mí.  Cuando  me  volví,  Luhan  la  estaba abrazando y le murmuraba algo. Los ojos de Luhan se encontraron con los míos y supe lo que estaba pensando: ésta era mi única oportunidad para acabar con aquello. Para matar a Lara y destruir el ritual. Para sellar aquel horripilante foso y para que nadie fuera convertirlo en monstruo nunca más. Eso es lo que Finley y Aislinn hubieran querido.
El fin justifica los medios.
Al verme dudar, Lara se rió.
—¿Ves?, ésa es la razón por la que tu familia no está hecha para mandar. Siempre anteponéis el bien de los demás al vuestro.
—Eso es de lo que se trata en realidad, ¿verdad? —Contemplé con gusto que su cara ya no parecía divertida cuando dije—: Estás enfada porque tu padre decidió que prefería a sus espíritus amigos antes que a sus propios hijos. Sigues hablando sobre lo mucho que sacrificó, todo lo que entregaste por la causa. ¿A qué te refieres con eso, Lara? ¿A tu madre? Nunca he oído nada acerca de mamá Casnoff.
—Cierra la boca —masculló, apuntándome con los dedos. Bloqueé el hechizo sin dificultad.
—Tu hermana estaba casada. ¿Qué le ocurrió a su marido? Admítelo. Tu padre les  arrebató todo a las dos, y entonces nombró a mi padre Jefe del Concilio. —Sacudí la cabeza—. Esto no es más que una tremenda rabieta con daños colaterales y voy a finiquitarla. Nadie más va a morir por esto.
Así que apunté con el dedo al foso, concentrando toda mi magia en Finley y en Aislinn. Al hacerlo, un rayo de poder voló a mis espaldas. Sin duda alguna, era de Cal. Pero la especialidad de Cal era la magia curativa, sus hechizos de ataque eran flojos. Su rayo rebotó en Lara sin causarle daño alguno.

Ella levantó ambas manos en dirección a Cal, a Izzy y a Luhan. Les envió  un golpe de magia que los lanzó varios metros atrás. Oí sus quejas de dolor al aterrizar contra el suelo. Entonces Lara disparó algo parecido a una bengala hacia el cielo y de pronto desapareció. Apreté los dientes pero no me permití perder la concentración. La magia que llegaba desde el exterior era tan fuerte y tan oscura que tuve que poner todo lo que llevaba dentro para combatirla. No sé si era el foso mismo el que las retenía dentro, o si era algún hechizo de Lara.
Poco a poco, Aislinn y Finley empezaron a moverse para salir del foso. Cuando estuvieron a pocos metros del borde, usé mis poderes para elevarlas suavemente.
Izzy y Cal acudieron a su encuentro cuando cayeron desvanecidas. Izzy las abrazó mientras que Cal intentó que recuperasen la conciencia. Contuve el aliento hasta que finalmente las pestañas de Aislinn revolotearon y los dedos de Finley empezaron a moverse.
Luhan vino junto a mí y puso su mano en mi brazo.
—Has hecho lo correcto —me dijo. Al ver a Izzy abrazando a su hermana y a su madre, supe que era cierto. Pero a medida que el estrépito, los aullidos y gruñidos se iban acercando, empecé a cambiar de opinión.
— Luhan, ¿has estado alguna vez en una pelea de demonios? —pregunté. Negó con la cabeza, blandiendo su daga de Cristal del Demonio.
—Pues no. Pero tengo el presentimiento de que va a ser ultra-violenta.
—Quizá podríamos hablar con ellos —dije frotándome la nariz con el dorso de la mano—. Sentarnos y charlar un poco.
—Y tomar el té.
—Sí… con la porcelana buena y esos sándwiches que no tienen corteza.
Cal se paró junto a nosotras. Aislinn y Finley se estaban poniendo en pie, pero se podría decir que estaban muy lejos de recuperar toda la fuerza característica de las Brannick.
—No quiero matar a esos chicos —dijo Cal.

—No creo que lo que nosotros queramos importe demasiado —añadió Luhan. Clavé la mirada entre los árboles, mientras oía cómo mi destino se acercaba.
La cuestión era ésta: se suponía que yo debía ser valiente, debía usar mi magia el mayor tiempo posible y hacerlo a lo Braveheart. Pero no quería. Quería llorar. Quería volver a abrazar a mi padre y a papá. Quería ver a Kai. Y quería saber que había hecho algo más que retrasar la muerte de Aislinn y de Finley unos pocos minutos.
Así que no era ningun chico estoico y peligroso haciendo frente a las hordas de demonios. No era más que un adolescente hecho un mar de lágrimas que, acompañado de sus mejores amigos, debía hacer frente a todo tipo de criaturas infernales que avanzaban de prisa.
Pude ver la silueta de una de las hadas demonio corriendo en nuestra dirección. Recordé el borde afilado de sus alas y los cortes que hicieron en los brazos de Daisy. Esta imagen hizo que mi brazo temblara mientras lo levantaba. La magia que había usado para sacar a Aislinn y a Finley del foso me había dejado sin demasiadas fuerzas y mis poderes ya no se arremolinaban, sino que fluían con pereza bajo mis pies. Sin embargo, aún me servirían un rato más.
Podía oír el batir de las alas del hada acercándose. Mis dedos lanzaron un hechizo de ataque. Pero antes de impactar, algo serpenteó hasta el tobillo del hada y lo aprisionó… Era un látigo plateado. Con un crujido, el hada cayó al suelo y mi corazón se aceleró.
—Dios mío —dijo Luhan. No hacía falta que dijera nada más. Ya habíamos visto era arma antes, cuando el Ojo asaltó el club Prodigium en Londres.
—Es el Ojo —dije incrédulamente.
Y entonces, puede que por primera vez en la historia de Prodigium, vi como un demonio, un brujo y un vampiro se sonrieron cuando repetí:
—¡Es el Ojo!
Y efectivamente, de entre los árboles, en la dirección del Itineris, salieron en tropel varios individuos de negro.

Spell Bound [Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora