Capitulo 17

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A la mañana siguiente me despertó esa especie de aullido que en Hex Hall usaban de despertador. La habitación estaba todavía a oscuras y al mirar por la ventana pude ver la maldita niebla. Luhan estaba de pie delante del armario, sacando el uniforme de la escuela. La noche anterior, habíamos descubierto que en el armario había montones de camisetas y de pijamas azules. Eran todos del mismo tamaño y cuando te los ponías, se estiraban o ajustaban hasta quedar de tu talla. Con los uniformes pasaba lo mismo; si bien Luhan se puso el  short, cuyo dobladillo le llegaba a las espinillas, subió hasta quedar apenas debajo de las rodillas.

—No sé si sentirme encantado o asustado —confesó Luhan mirándose las piernas.

Aparté las mantas y salté fuera de la cama para coger mi uniforme.

—Asustado, definitivamente.

Luhan se puso la chaqueta mordisqueándose el labio inferior. Era una señal de que estaba pensando en algo más.

—¿Sabes una cosa? Ésa es una mala costumbre para un vampiro —dije señalándole el labio mordisqueado.

—¿Qué? ¡Oh, tienes razón! —reconoció—. Estaba pensando… si el plan de las Casnoff es convertirnos a todos en demonios, ¿para qué te ha traído a ti? ¿Por qué estoy yo aquí? Hace unos meses Lara quería matarme. ¿Qué le habrá hecho cambiar de opinión?

Yo había estado haciéndome la misma pregunta la noche anterior. En el interior de mi cabeza no dejaba de repetir las palabras de Torin: yo iba a capitanear al ejército de demonios de las Casnoff. ¿Sería por ello que estaba ahí?

—Las Casnoff son unas mujeres diabólicas y retorcidas, ¿quién sabe lo que se traen entre manos? —le planteé a Luhan.

Pero el no se dio por satisfecha con mi respuesta, así que añadí:

—De todos modos, ya encontraremos respuestas a todas tus preguntas,

¿bueno? La Operación señor Detective comienza hoy.

Luhan abrió la boca con la intención de decir algo, pero entonces un destello de luz irrumpió en la habitación. Luhan dio un alarido. Yo me puse la mano en los ojos para protegerme del resplandor. La luz se transformó en un globo brillante que se transformó, a su vez, en una imagen tridimensional del invernadero donde tenían lugar las clases de técnicas de defensa. La imagen giraba lentamente, al ritmo de la voz de Lara.

—Todos los estudiantes deben presentarse en el invernadero.

Fruncí el cejo e hice a un lado la imagen que se fue disolviendo en volutas de humo.

—¿Hacía falta el golpe de efecto? —musité—. Qué les hubiera costado decírnoslo ayer por la noche o anunciarlo por megafonía.

Luhan seguía con la mirada clavada en el lugar donde había aparecido el hechizo.

—¿Qué crees que van a hacer con nosotros?

—Yo…

Antes de que pudiera terminar la frase, apareció otro destello de luz y de repente me oí a mí mismo decir:

—Mira, nadie los va a asesinar. Podrías relajarse un poco.

—¿Qué? —preguntó Luhan sacudiendo la cabeza como si acabaran de abofetearlo.

«Dile que no soy yo el que hablo o que eres tú, no importa», insté mentalmente a Elodie.

No esperaba que Elodie me hiciera caso, pues solía ignorar todas mis demandas mentales. Pero esta vez, afortunadamente, lo hizo.

—Soy Elodie —le dijo a Luhan y le explicó rápidamente que me usaba como su títere personal.

Luhan parpadeó incrédulo.

Spell Bound [Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora