Llegamos al final de está hermosa saga,muchas gracias por haber leído ❤️
Espero y les haya gustado tanto como a mí 😊
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Al salir del coche, el camino de grava y conchas crujió bajo mis pies. Observé la casa que se alzaba frente a mí.
—¿Bien? —preguntó papá mientras salía por la puerta del copiloto. Después salieron Kai y Luhan del asiento trasero y se pararon a mi lado. Poniéndome las gafas de sol, a modo de diadema, dije:
—Se ve mucho mejor ahora. Quiero decir, sigue siendo espeluznante, pero no superespeluznante.
Hex Hall brillaba bajo una capa fresca de pintura. Las ventanas estaban reparadas. Los helechos que enmarcaban la puerta principal volvían a estar exuberantes y alguien había reparado el porche. Sin embargo, los árboles de alrededor estaban negros, y el césped, gris.
—Probablemente nunca volverá a ser igual —dijo papá mientras rodeaba el coche hasta quedarse junto a mí.
Suspiré:
—Quizá sea mejor así.
—¿Qué crees que harán con la casa? —preguntó Luhan.
—Si por mí fuera, que la quemen —dijo Kai—. Y de paso que se hunda también la isla.
Una brisa marina me ondeó el pelo cuando volvíamos al coche. Por dentro ya no tenía aquel aire desértico y decadente, pero pensé que la casa siempre parecería un poco triste. O puede que sólo me lo pareciera a mí. Pasamos bajo las ventanas de cristal tintado y miré hacia arriba, contento al ver todo en su sitio otra vez. Los colores brillaban a la luz del otoño. Ya casi podía oír el murmullo de voces mientras nos acercábamos al salón de baile. Papá me tomó de la mano.—¿Nervioso?
—Nah —respondí, pero mi voz sonó como el balido de una oveja; dudo que lo convenciera.
Las mesas desiguales que usábamos para comer habían desparecido. En su lugar había un mar de sillas negras, pero todas estaban vacías. En la tarima donde los profesores solían sentarse había doce sillas que bien podrían llamarse tronos. Estaban todas ocupadas, menos una.
El Concilio recién constituido se puso en pie cuando entré en la sala, pero alcé las manos inmediatamente.
—Oh Dios, por favor, no lo hagan. Ya estoy bastante acobardado así.
Una de las hadas (un hombre enorme con alas verde esmeralda) dijo con el ceño fruncido:
—Como candidato al cargo de Jefe del Concilio, mereces un cierto respeto.
—Honestamente, me siento respetado aunque estén sentados. Pensé que iban a seguir discutiéndolo, pero finalmente se sentaron.
—¿Has considerado nuestra oferta? —preguntó una mujer. Me pareció que era una bruja, pero no lo podía asegurar.
En lugar de responder, tomé asiento en una de las sillas negras.
—Chicos, ¿puedo preguntarles algo? Nadie asintió, así que continué igualmente:
—¿Por qué me han elegido? Quiero decir, soy un demonio, está claro, pero Nick también lo es. ¿Por qué no se lo pidieron a él? ¿Por todo aquello de haberse vuelto loco y haber matado a un montón de gente?
El hada de alas verdes me miró fijamente.
—En gran parte, sí.
—Pero no es la única razón —dijo la mujer. Cruzó las manos sobre su regazo y vi pequeñas chispas violeta en sus dedos. Era una bruja—. El valor, la fortaleza y la iniciativa que mostraste para detener a Lara Casnoff fue impresionante. Especialmente en alguien tan joven. No dejaste que el miedo te impidiese ver lo que era necesario hacer. —Echó un vistazo a sus colegas—. Algo que probablemente deberíamos aprender los demás.
—Bien —dijo un hombre alto de pelo blanco—, ¿has tomado una decisión?
—¿Por qué habéis arreglado Hex Hall? Un suspiro recorrió todo el Concilio.
—Porque Hécate Hall ha sido siempre una institución muy útil para nosotros y no tenemos la intención de dejar que estos desafortunados incidentes acaben con más de cien años de tradición —respondió una bruja—. El próximo mes, todos los estudiantes que fueron destinados a este colegio volverán y la vida aquí retomará su normalidad.
Quise reír al oír al oír aquello. Normalidad. La vida aquí nunca había sido normal.
De cualquier modo, ella había respondido a mi pregunta. Inspiré profundamente, me puse de pie y dije:
—Está bien. Sí. Acepto su oferta de ser Jefe del Concilio. Aparecieron algunas sonrisas de alivio. Levanté una mano:
—Con dos condiciones. Las sonrisas se esfumaron.
—Seré Jefe del Concilio cuando haya acabado mis estudios.
—Desde luego —dijo la bruja—. Podemos arreglar tu traslado a Prentiss inmediatamente.
Prentiss era el internado de lujo al que los brujos adinerados enviaban a sus hijos. Supuestamente, era lo contrario a Hex Hall en todos los aspectos. Negué con la cabeza.
—No, no me refiero a estudios para Prodigium. Quiero decir estudios reales. La universidad. Una universidad normal, para humanos.

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Spell Bound [Kaisoo]
FantasyJusto cuando Lee Kyungsoo empezaba a aceptar sus extraordinarios poderes mágicos como demonio, el Concilio Prodigium se los arrebata. Ahora se encuentra solo, indefenso y a la merced de sus enemigas, las Brannick. O al menos así lo cree Kyungsoo, h...