Viajar por las sombras. Había sentido antes curiosidad de no concretar el proceso, pero si la curiosidad no impulsa a la acción no sirve de nada. No sabía a qué plano pertenecía la oscuridad que utilizaba para transportarme de un lugar a otro, cómo se hacían las conexiones ni por qué el frío y los lamentos de las almas en pena propio del inframundo.Se lo pregunté en alguna ocasión a mi padre y que la respuesta que me dio solo me confundió más.
La oscuridad no pertenece a ningún lugar, ni si quiera a la existencia. Al mismo tiempo forma parte de todo. Lo que hay entre un viaje de sombras es esa oscuridad neta. La consciencia pasando a través del vacío de todos los átomos mientras que el cuerpo físico de desintegra en quarks. Por eso es tan agotador. Viajar por las sombras implica dispersarse por completo y volver a construirse usando la energía vital divina. Las sombras son un conducto catalizador, que arrastra como ausencia de luz una sensación quimérica de ausencia de calor. Pero al mismo tiempo, al concentrar la consciencia fuera del cuerpo físico, arrastramos un cuerpo espiritual y creamos una realidad donde lo lógico desaparece, a la que nadie se aventura.
Yo no sabía mucho de física, ni de metafísica. Tampoco pensaba que la magia pudiera entenderse con la ciencia. Decidí en ese entonces no darle vueltas al asunto.
Mi padre me lo comunicó en tono neutral, no intentando convencerme de no ir ni de ir. Sólo informándome. Ese es su modus vivendi. Imparcial y práctico, no bueno ni malo. Un esclavo de su papel en el mundo cuya única luz soy yo. Eso lo entiendo ahora. Por eso rompió las reglas del matrimonio con algunas humanas, pese a conocer las consecuencias. Habían momentos en los que un atisbo de una humanidad inherente latía en su corazón y anhelaba dejar de ser una marioneta atrapada entre la soledad y el deber. Por eso también secuestró a Perséfone, pero no es un dios el que debe complacer los caprichos de otro dios, porque cada dios atiende a sus propios caprichos.
Detuve el viaje y me quedé flotando en la negrura, tratando de imaginar mi cuerpo reducido a partículas no compactas, incluso cuando podía mirarme y tocarme las manos. ¿Y si me quedaba así? ¿Me volvería loco? ¿La oscuridad me consumiría? ¿Me terminaría de disolver y me convertiría en parte de ella? ¿Mi consciencia se quedaría por siempre atrapada en este plano oscuro e insondable?
Por el momento, solo necesitaba despejarme. Era lo único en lo que podía pensar. Por eso estaba ahí y no en otro lugar del mundo. Todo mi cuerpo palpitaba a un son frenético, como si fuera una bomba en sus últimos segundos.
Una bomba de tiempo.
Finalmente, sí lo era. Tenían razón todos, incluidos los que me habían evitado desde un principio. Al igual que Will, no podía desafiar mi destino. No nací para ser ser ninguna excepción. Hijos de Hades atrayendo muerte. Hijos de Hades destructores.
¿Pero y los hijos de Apolo? ¿Había imaginado que el sol sería distinto a las tinieblas? Puedes perderte en la oscuridad, pero si lo miras directamente, el sol te deja ciego. A veces uno olvida que el sol quema cuando se cobija tanto en su luz.
Percibí un cambio en el entorno y agucé el oído. Los lamentos fueron esclareciéndose hasta hacerse inteligibles. Ya no eran lamentos y sus voces se percibían como si el silencio hablara sin la necesidad de romperse.
¿Escuchas?
Está entendiendo.
No había pasado en siglos.
Nadie nunca se preocupó por nosotros.
—¿Quiénes son? —pregunté en voz alta—. ¿Qué es este lugar?
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7 days
Fanfiction«La cuenta inició por una presencia ausente y el factor común entre las notas musicales, los colores del arco iris y las maravillas del mundo determinó su perdurabilidad, concediendo la posibilidad de, en su punto culminante, rebautizarse con una mo...