El Titiritero

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Aseguramos la ruta al tesoro tras descifrar aquellos misterios que escondía el palacio de Maruki. Tras aquello hicimos entre nosotros el menor contacto posible por si a Maruki se le ocurría de alguna manera alterar nuestra percepción de lo que nos rodeaba.

Seguimos atendiendo a la escuela Shujin, nos dimos cuenta en cuanto permanecimos atentos por unos días que todos y cada uno de los estudiantes cambiaban lentamente: el niño que parecía un abusón dejaba de serlo, la niña tímida que no paraba de ser omitida por la gente ahora era el centro de atención, aquellos con un grupo grande de gente se reducían a unos pocos y verdaderos compañeros.

Las ganas de Maruki de transformar aquella sociedad se estaban cumpliendo a cada segundo que pasaba.

Los días comenzaban a pasar y poco a poco se acercaba la fecha límite en la cual pondríamos fin a esta idealización. Seríamos los verdaderos héroes de nuestra historia y salvaríamos a la sociedad pero me preguntaba a su vez ¿Éramos merecedores de esa opción? No quería malinterpretarme, por supuesto quería deshacerme de esta realidad pero nunca esperé estar al frente de la batalla intentando luchar por la voluntad de cada persona.

Llegó el penúltimo día antes de la fusión, debido a la rutina los días pasaban volando y a veces me percataba tarde que un simple Lunes era realmente un miércoles. Encima el famoso consejero no nos había contactado para poder enviarle el aviso, por eso todos estábamos alerta por si hacía contacto con alguno de nosotros.

Aquella tarde fui a dar un paseo, Goro no estaba en casa, de hecho tuvo que hacer algo antes de poder regresar. Aquel atardecer anaranjado donde el sol se ocultaba había niños fuera en las calles haciendo todo tipo de actividades. Correteaban y reían al mismo tiempo que jugaban al pilla-pilla. Me hizo esbozar una sonrisa.

-¿Así que ... Miss Detective no descansa hoy? -Pegué un brinco en cuanto escuché aquellas palabras que salían de la boca del señor calavera. Rió por mi reacción, no podía ocultarlo y no le culpo.

-Tengo que despejarme ... -Respondí. -Encargarse de cierto rubio a veces llega a ser complicado.

-Así que esas tenemos ¿eh? -Pronunció con ironía. -Pues que sepas que ese rubio pensará molestarte hasta en la otra vida.

-¿Qué hice yo para merecer esto? -Le seguí el juego.

-No lo sé, pero te ha tocado la lotería, de eso no hay duda. -Reí ante su comentario.

Estreché mi mano con la suya mientras seguíamos paseando. Sabía el porqué estaba aquí pero prefería que me lo contara él con sus propias palabras.

-¿Y bien?

-Digamos que estoy un poco nervioso por mañana, dudo que pueda dormir esta noche. -Confesó. -Y pensar que Maruki ha creado un mundo idílico ... Sigo bastante confundido cada vez que llego a casa.

-Si te soy sincera estoy como tú. -Pronuncié. -El sólo hecho de pensar que probablemente algunas personas que vemos hoy no estarán mañana dejando huecos vacíos en sus familias ... Me da qué pensar. ¿Sabes? -Añadí. -Odio a Maruki con toda mi alma.

-Raro en ti, normalmente intentas comprender a la otra persona para llegar a una conclusión sobre ella. -Se rascó la nuca.

-Tienes razón, pero con Maruki me siento muy diferente a lo que he sentido con otras personas hasta ahora en un sentido de amor-odio.

-No me digas que ...- Comenzaba Ryuji a asustarse.

-No digas tonterías o te dejo en las profundidades de Mementos . -Interrumpí. -Me refería a que odio a Maruki por todo lo que ha hecho por nosotros, pero a la vez amo haber visto esa perspectiva de mi vida. Una sensación distinta y algo nuevo. La pregunta ¿Qué hubiera pasado si ...? Se ha hecho realidad delante de nuestras narices y ... si te soy sincera odio haberla conocido.

Persona 5 & RoyalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora