𝖽𝗈𝗌 𝗐𝖾𝗈𝗇𝖾𝗌

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Bárbara

Camino por el pasillo del colegio, lo normal de un recreo. Los pendejos se cagaban gritando.

Subí hasta el segundo piso y fui a mi sala para buscar la plata que se me quedo en la mochila, soy tan weona que se me olvido y me tuve que devolver.

Estaba la Trini sentada con sus otras amigas, su pómulo donde le pegue el combo se veia medio amarillo, de seguro se maquilló. Los rasguños de su cuello y cara ya se le estaban cayendo las costras. Le fue peor a ella que a mi.

Los mocos me van colgando, entre que me senté en el pasto húmedo y el viento nocturno, quede mas enferma que la chucha.

Salgo de la sala y me voy lo mas rápido que puedo al kiosko a comprar pañuelos y unas morochas.

Recibo mis cositas y me devuelvo a la sala. El dia esta nublado y había arto viento.

Cuanto termino de subir la escalera lo veo.

No entiendo porque me emociona tanto, ¿le pasara lo mismo?

— Holi — llego donde el y lo saludo.

— Barbarita — me mira y sonríe — te dije — apunto a mi mano donde sostenía los pañuelos.

—Ya estaba enferma ayer — mentí.

No alcanzo a responderme cuando llego alguien y lo agarro del cuello.

Dos segundos después el David yo estaba en el piso y la sangre brotaba de su nariz.

Me pongo en medio de el y el que le había pegado.

— ¿!¿!Ángel que wea?!?!? — le grite y lo empuje de los hombros.

— Este weon que se anda metiendo donde no lo llaman — me reclamo Ángel.

De seguro lo decía por lo que le dije ayer.

— Perdona, pero el no se ha metido en nada— mire a mi alrededor y ya habia un círculo de gente— tu y yo ya no somos nada.

Me gire para ayudar al David, me agache y le ofrecí un pañuelo.

— David!! — se escucho un grito femenino.

Ambos nos giramos en dirección de donde venia la voz.

El rodó los ojos y ella se agacho a mi lado.

— Trini, estoy bien— le dijo el de mala gana, apoyándose en sus codos.

No estaba bien, la sangre salía de su labio y nariz, el pañuelo que le había pasado ya estaba empapado en sangre. Saque nuevamente el paquete de pañuelos de mi bolsillo y le pase otro.

Alguien me tomo del brazo y me levanto como una muñeca de trapo.

— Necesito que hablemos — me dijo al oído el Ángel y me saco del grupo de gente.

Llegamos a un pasillo que estaba mucho mas vacio y ahí me soltó el brazo.

— Deja de ponerle tanto drama a la wea porfa— le pedí al Ángel— ya me teni' chata.

— Me da rabia que se crea con el derecho de opinar en weas de nosotros — tenso su mandíbula.

— Tu mismo me dijiste que no ibas a pelear como un simio por mi amor — le recordé— y fue la primera wea que hiciste.

— ¿Te gusta el David?

— Nose — mire al piso.

— Creí que alejarme seria lo mejor — me miro a los ojos, se acerco y tomo mi cara con sus manos— pero fue la wea mas estupida que pude hacer.

Tome sus manos y las saque de mi cara.

— Ángel, tu ya no me gustas.

Me miro con decepción, no dijo nada. Se giro dispuesto irse, avanzo unos pasos y se giro para hablarme.

— Te amo Barbi — sonrió triste— espero que seas feliz y discúlpame por todo.

Se fue.

Mi hermano, mi mejor amigo, mi compañero.

Se fue.

Termino de la peor menor manera.

Y todo por unos sentimientos culiaos.

{...}

— Teni una cara de culo — habla el David.

— ¿No te miraste en el espejo acaso? — le respondí divertida.

Según el David no me queria dejar sola, asi que estamos en la plazuela comiendo papitas. 

— Oye — le hable para llamar su atención— ahora que lo pienso no se mucho de ti.

La mayoría de las veces que hablamos o me esta molestando o estamos hablando de mis problemas.

— ¿Y que quieres saber? — se comió una papa.

— ¿La Trini?

— Uff por donde empiezo— tomo la lata de bebida que compartíamos — fue mi flechazo de pendejo — soltó sin rodeos y yo me atore con mi papa.

— Webeame — le quite la lata de bebida y tome.

— La conocí cuando mi tia se caso con su papá— siguió con la historia— cuando llegó a la casa de mi abuela en sur, parecía un angelito.

— Debes haber conocido a la misma Trini de la que yo era amiga — dije.

— Creo, porque después cuando la volví a ver sus actitudes eran completamente distintas — me quito la lata de bebida de las manos y tomo.

— ¿Y porque te mudaste? — le pregunte, era el momento de saber mas de el.

— Nose, simplemente mi papá un día dijo despídete de la Ana que nos vamos — su cara se puso se puso triste en el momento que menciono a la chica.

— ¿Y la Ana es...?

— Era mi mejor amiga — se comió la última papa que quedaba en el pote.

Era.

— Te paso la mismo — afirme. Era por eso que siempre me hablaba de una cierta experiencia.

— Si, pero yo no lo enfrente hasta que me tuve que ir — suspiro.

Sonreí.

— Dos weones que se enamoraron de sus mejores amigos — suspire y me acoste en el pasto.

El se acosto a mi lado. Nuestros brazos se rozaban y sentía el calor su mano.

Nos podremos haber comido, me podrá haber cargado como a un bebé y podremos compartir comida, pero aun así mi corazón esta a mil por hora.

Aun que con este weon todo es tan facil, el hablar temas importantes para nosotros o webearnos a toda hora, nos sale natural.

Muevo mi mano y queda junto a la suya. El la pasa por encima y la entrelazó con la mía.

Grite por dentro.

— Barbi — me hablo y yo me gire para mirarlo.

— Vivi — dije y el sonrió al escucharme.

— Molestarte el día del partido fue la mejor decisión que pude tomar.

Sentimientos culiaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora