Sentimientos culiaos

𝗐𝖾𝖺 𝖽𝖾 𝗎𝗌𝗍𝖾𝖽𝖾𝗌

Ángel

— ¿Y va a venir la Alicia o no? sino para no comprar tanta comida — hablo el Isaac mirando repisa donde estaban las galletas.

— Nose, no me dijo nada — saque mi celular del bolsillo para enviarle un mensaje.

Tenia solo un mensaje de la Barbi que me decía que ya estaba en su casa, al final solo pase a saludar a mi mamá, estuvimos como una hora con ella y la Daniela.

Si yo pensaba que la Daniela me quería, creo que ahora me cambio por el Isaac, puede ser porque tiene la misma edad mental o porque el Isaac disfruta ver peppa pig.

La pantalla de mi celular se encendió dejando ver el mensaje de la Alicia.

reina roja
llamame, q no me queda bolsa.
(18:44)

Ni un hola de parte de esta.

La llame por whatsapp y me corto la weona.

reina roja
x llamada normal, aweonao
q voy en la micro y el internet esta como el pico
(18:46)

Busque su numero en la lista de contactos y la volví a llamar.

— hasta mi abuela es mas rápida que tu — me reclamo al otro lado del teléfono.

— ¿que wea te paso? — le pregunté.

— ¿donde están? es que la barbi me dijo que no estaba en su casa y yo ya iba en camino.

— pensé que estaba contigo en su casa.

— bueno no esta po — dijo un tanto mas alterada — yapo donde están.

— en el super.

— pare la micro tio porfa — grito la alicia— gracias— gritó otra vez.

— ¿ya llegaste?

— no culiao, me baje como veite cuadras antes porque disfruto caminar.

Aveces se me olvida que las mujeres de esta familia putean a todo lo que se mueve.

— ¿que pasillo? — pregunto.

— ¡Las frac estan en oferta! — grito el Isaac emocionado.

Mire al Isaac, estaba agachado de seguro buscando algún sabor en específico.

— ya escuche al aweonao — corto la llamada.

Apareció por el pasillo, paso por al lado del Isaac y le pego una pata el la raja.

El weon se fue de cara encima de la galletas.

— Conchetumadre — fue lo único que dijo el rubio.

La Alicia se afirmaba la guata para poder reirse, se puso en cuclillas para calmar un poco su risa.

— Son pesaos — dijo el Isaac parándose.

La Alicia seguía en posición fetal riéndose, el Isaac no la penso y  la empujo de la espalda.

Quedo estampada en los dulces.

Los tres nos reímos como unas focas.

— Isaac culiao — se paro la Alicia y se limpio las lágrimas que le salieron tanto reírse.

El Isaac por su lado agarró unos seis paquetes de frac y nos miro a ambos.

— ¿Quien algo? — pregunto el rubio.