Sentimientos culiaos

𝖻𝗂𝗓𝖼𝗈𝖼𝗁𝗂𝗍𝗈

Bárbara

— Estoy chata — me quejé— tengo hambre y sueño — me apoye en su hombro.

— por dos — se apoyo en mi cabeza.

Puta la wea, estamos igual.

Llevamos una semana de clases y con el David estamos chatos.

— ¿Que te toca ahora? — me pregunto.

— Educación fisica.

Se rio.

— No te rías de la desgracia ajena — hice puchero.

— Si te reconforta, a mi me toca matemáticas.

Se escucho la campana de fondo.

— Noo — dijimos al uniso.

Nos paramos y quedamos frente a frente. Aveces se me olvida lo alto que es. Me quedo mirando su cara un momento, el pómulo lo tiene un poco amarillo, pero ademas de eso nada.

Reacciono por un chape que me da en la frente.  

— Despabila — me dice y yo lo miro mal — me la debías por el panqueque.

Me rio.

Le pego un chape en la frente de vuelta y salgo corriendo. Trato de correr lo mas rapido que pudo, pero mis piernas cortitas no me permitían.

El David me alcanzó, me tomo por la cintura y me giro. Quedamos otra vez frente a frente.

Fideo 1 — barbi 0

— Yapue — escuche al inspector— ¡a sus salas!

Los inspectores siempre aguando la fiesta.

Me puse de puntitas y le di un piquito.

— Nos vemos— me separe de el y comencé a caminar al gimnasio.

Cruce toda la caga dé colegio, el gimnasio queda a la mierda weon. Entre y estaban todos los weones jugando a la pelota, me senté en la graderías a esperar que el profe se dignara a aparecer.

— Disculpen el retraso— entro el profe al gimnasio — a las gradas porfavor.

Todos los weones se sentaron y el profe empezó a hablar:

— La primera semana de septiembre es dia de la chilenidad — noo, el baile — y a los terceros medios les toca pascuense — nos cago.

Prefiero bailar cueca que esta que wea donde tengo que andar caga de frio con el traje culiao.

— Va a ser por parejas — anunció el profe — pero yo ya las tengo listas.

Diosito soy yo de nuevo.

El profe saco su cuaderno y empezó a nombrar a las parejas. Hasta el momento todos estaban contentos con quien les había tocado.

— La Martina con... — el profe miro a los que quedabamos — Ángel.

Agradecida con el de arriba.

La Martina se paró rápidamente y fue donde el profe.

— Entonces queda con tu compañero— le dijo, apunto al último weon que quedaba y la Martina sonrió — Bárbara— me hablo— con Ángel.

Por la conchetumadre.

Me pego un tiro.

No iba a reclamar, si por mi culpa la Martina no toleraba al Ángel. Me toca hacerme la weona y soportarlo.