~Si quieres prende con mis cartas
Una fogata a ver si logras calentar~N/J
Realmente era ella y a la vez no, porque no reconocía a la persona frente a mi. Y entonces como un jodido curioso los seguí y solo necesité escuchar los gemidos detrás de la puerta para darme cuenta que realmente estaba pasando.
¿Como me sentí al respecto?
Creo que ninguna palabra me describía más que sorprendido, es más aún lo estoy porque esta chica frente a mi no es la Danna Paola que yo conocía.
Las siguientes noches esto se volvió una rutina y temí que quizás antes había estado aquí y que por mi borrachera no hubiera sido capaz de notarla, aunque no es algo que sea indispensable para mi, aún así esto se veía entretenido de ver. Y podría decir después de varias noches algo más que Victoria, ocupaba mi atención, no me emborrache y en ciertos momentos sentí la necesidad de acercarme a ella, pero justo cuando ganaba valor para hacerlo otro individuo aparecía.
Pero esa noche estaba sola.
Danna pidió unos tragos y cuando estaba lo suficientemente mariada se decidió a irse y por primera vez me atreví a seguirla.
La vi tambalearse y me reí desde mi lugar mientras la seguía por la distancia, hasta que al salir del jodido lugar me percaté que un grupo de desconocidos la señalaban claro, el vestido que llevaba era muy elevador y no ayudaba, ella no era la chica que conocía, por más que se estuviera comportando como una perra no iba a dejarla sola, no cuando pueden aprovecharse de su borrachera y planear una jodida orgía con ella. Además ella me entretuvo estos días dejando de lado mi pena hacia la chica a la que estoy enamorado y la que rompió mi corazón, lo mínimo que podía hacer era asegurarme que llegara a salvo a casa. Es curioso que la chica a la que le rompí el corazón me haya ayudado a olvidarme por un momento de la chica que me rompió el corazón.Le debo esto.
Ellos la rodean y antes de que se atrevan a tocarla me acercó a ella.
-¡Danna!
Sus pies se detienen al oírme y me apresuró a colocarme de ella, me mira extraña y su cuerpo no demora en caer sobre el mío.
Buen momento para desmayarse.
-Amigo, ¿la conoces?-Uno de los chicos afuera del bar me preguntó con curiosidad. Esperan mi respuesta impacientes.
-Si, es...es mi novia.
-Te lo dije, Greg.-Dice uno de ellos y golpea el pecho del tal Greg.-Vamonos.
-Si, es una pena.-Cabecea en mi dirección.-Lo siento mucho.
-No hay problema.
Resultaron más amables de lo que creí. El grupo se va y tomó a Danna de los brazos cuando parece recuperar el conocimiento.
-¿Estás bien? Creí que te había perdido.
Y lo hace, lo próximo que siento es todo su vómito caer sobre mis vaqueros.
•••
N/D
La mañana siguiente a mi noche de diversión, la resaca en quien me levanta, no lo creí posible, pero parece que la noche anterior bebí lo suficiente como para que ella misma pudiera levantarme.
Me pesan los ojos y tengo la garganta algo seca, muero de sed, así que para mi sorpresa encuentro un vaso a la mitad con líquido junto a la comoda, me resulta extraño porque no suelo dejar un vaso, generalmente llego directamente a la cama, pero estoy en casa así que lo bebo y me preparó para otro desagradable día antes de que el novio de mi madre llegue.
Me siento sobre la cama y bajo los pies para colocarme de pie, sin embargo algo no parece tener sentido porque hay un cuerpo durmiendo a mi lado y si bien recuerdo nunca les pido quedarse en casa conmigo es más, jamás traigo a nadie a casa.
Suspiro y me deshago de las sábanas dispuesta a pedirle que se vaya, pero la sorpresa es mayor cuando reconozco perfectamente ese rostro.
¿Qué demonios hace Jorge, mi estupido ex novio, en mi habitación?
Mi habitación...
Joder...
Está no es mi habitación.
-¿QUÉ DEMONIOS?-Gritó, es mi única reacción.
Jorge se levanta adormilado y sus ojos se abren de golpe cuando vuelvo a gritar.
-¿Qué mierda? ¿Por qué gritas, Paola?
Lo hago.
¡Vuelvo a gritar!
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