N/D
Podría describir estas últimas semanas como las más hermosas de mi vida, porque las fueron y Jorge se encargó de ello. No voy a negar que los últimos días de la universidad fueron estresantes, después de todo no es nada agradable aguantar todo el dolor por el que seguía pasando y menos en frente de las personas que no hacían nada más que aumentar rumores sobre lo que ocurrió esa noche en la calle 18. Mamá está mejorando, pero aún lloraba y se sentía culpable por lo que pasó. No quiero más pensar en eso, pero me cuesta no hacerlo, no he sido la única víctima además de mamá,y aunque me siento dolida por lo que pasó,me alegra decir que ya nadie más tiene que preocuparse por sentirse amenazada por él. Se acabó. Aunque tuve que lidiar con los comentarios hirientes y rumores incluso más horribles, como el que yo misma ocasione el accidente en casa tuve que afrontar los últimos días de exámenes y gracias a cierto apoyo que recibí, no tuve que volver a poner un pie en la universidad después que acabarlos. Sin embargo aún con todo eso Jorge se encargó de que cada día fuera más increíble que el anterior, no podía sentirme más feliz, hasta la noche antes de irme. Llegamos a casa después de una cena en un restaurante en el que Jorge reservó, él abre la puerta con rapidez y en cuestión de segundos tengo mis brazos alrededor de su cuello mientras su boca está sobre la mía.
-Hazme el amor, Jorge.-Murmuro sobre su boca. Alzo la mirada a sus ojos lujuriosos cuando sus manos me sujetan el rostro, él me da una sonrisa llena de felicidad antes de comenzar el recorrido hasta la habitación. No dejamos de besarnos hasta llegar y en proceso comienzo a quitarle la camisa, en pocas veces lo he visto vestir así y aunque no es muy usual en él, se que hasta pudo comprar solo para usarla en nuestra elegante cena, termino de quitársela y la dejo caer al suelo,mis manos bajan por su cuerpo, tocando su abdomen duro y tenso hasta detenerme en el cierre del pantalón. Lo bajo hasta que los boxers sobresalen y cuando quiero ir más allá,me pide girar para bajar el cierre de la parte de atrás de mi vestido, suelto una risa cuando sus labios se presionan en mi cuello luego de retirar la cola de mi cabello, sus manos bajan por mis brazos causando hormigueos ahí y en el resto de mi cuerpo, detiene las manos en mi abdomen y las desliza hasta llegar al cierre siento mi estómago sentirse liberado cuando baja el cierre y puedo respirar sin sentir que el vestido me aprieta. Jorge termina de desvestirme dejándome solo en bragas y en sujetador él hace lo mismo consigo para luego recostar mi cuerpo sobre el colchón. Hace frío aún cuando mi cuerpo y mi entrepierna están calientes, cierro los ojos,Jorge empieza desde besando mis piernas, levantando con una mano mientras su lengua sigue y sigue subiendo causando espasmos musculares como reacción en mi la humedad de su lengua me sobresalta cuando llega a mis muslos, bajo las manos hasta hundir los dedos en su cuero cabelludo. Echo la cabeza hacia atrás y me retuerzo de placer con cada arremetida, cada beso y cada succión que resulta ser increíble, ya lo hemos hecho antes y no quiero pensar que esto lo siento mil veces mejor porque quizás es la última vez estando juntos. Al acabar y dejar ir mi primer orgasmo en la noche y prosigue a quitarme le sujetado, sus besos en mi abdomen provocan que vuelve a contraerse y sube hasta besar y tirar de mi pezones. Finalmente tengo su lengua sobre la mía y sus manos en todo mi cuerpo solo por unos segundos porque parece que él no puede resistirse más que yo, Jorge me separa las piernas y ubica su pene en mi entrada. Empujando, no, arremetiendo dentro de mi centro en un solo empujón. Tan fuerte que siento todo mi cuerpo activarse tras esca conexión alzo los brazos en la segunda estocada y me aferro a ellos, levantando la cabeza de golpe y soltando un pequeño gemido acompañado de un gruñido disparado de su boca.
-Te amo.-Y si algo más podría hacer más perfecto esto, claro que esas cinco letras eran las correctas, le respondo abrazandolo mientras él sigue repitiéndolas en mi oído y mirándome a los ojos con esa misma mirada lujuriosa que me dio al entrar por la puerta esta noche. Le sonrió y él besa mi nariz.-Voy a echar de menos esto.