~Pasamos de decir, te amo
A no poder decirnos, hola, ¿cómo estás?~
N/D
Podría describirme más que furiosa cuando salgo de esa casa de la cual no planeo volver jamás, aún así es casi imposible olvidarme de los pensamientos que continúan en mi cabeza provocada por el reciente intercambio de palabras con Jorge, un intercambio de palabras que no he tenido con él hace un año y que hubiera sido mejor que continuará de ese modo. Jodido el momento en que me lo encontré otra vez, todo marchaba de maravilla.
¿Era completamente necesario que volviera a aparecer en mi vida?
Es tarde y solo espero que el odioso de mi padrastro no haya llegado aún, desde que mi padre murió, mi mamá empezó a salir con él, y no me gusta ni un poco, es un hombre agresivo, sale a la calle y vuelve borracho todos los putos días, pero...ella a pasado malos momentos, y ahora al menos parece más feliz.
Son apenas unos meses, pero decir que si hay algo cercano al infierno, mi situación ahora describe perfectamente. Camino en silencio por los pasillos y me siento aliviada de que mi padrastro no se encuentre en casa, pero mis ruegos no parecen ser escuchados, cuando la voz odiosa que atormenta mis pensamientos aparece tomandome totalmente desprevenida.
-¿Dónde estabas, pequeña perra?-Mi cuerpo se encoge y siento el mismo miedo que hace unas semanas cuando me encontré en la misma situación.
Mamá no está en casa...
-¿Te pregunté dónde estabas?-No respondo y es mi peor decisión, él me golpea la cara con cierta fuerza, y pronto se marcha en dirección a la habitación, dejándome sin aliento y con temor por todo mi cuerpo.
•••
Luego de varios minutos debajo del agua, cierro el grifo y salgo envolviendo la toalla en mi cuerpo, traje la ropa conmigo así que me visto antes de salir, hay silencio en la casa, y siempre amaré el silencio.
Es lo único que necesito.
Para mi mala suerte el timbre no demora en sonar y corro con rapidez hasta llegar a la puerta, para mi sorpresa mi ex novio esta parado esperándome.
-¿Jorge? ¿Qué estás haciendo aquí?
-Te fuiste sin tu celular.-Dice y lo saca de su bolsillo para mostrarme.-Lo olvidaste.
-Si...-Apartó mi mirada.-Gracias.-Asiente y me lo entrega, estoy por pedirle que se vaya hasta que escucho el ruido de un vidrio caer al suelo y entiendo que Luis empezó con otro de sus ataques.
Jorge mira extrañado intentando ver por mi ventana.
-Salgamos.
-¿Cómo?-Ahora toda su atención esta en mi. Luce confundido.
-Salgamos...
-¿Ahora?
-Si, ahora, Jorge.-Respondo y salgo de la casa cerrando la puerta despacio. Tomo de su brazo, mientras miro un par de veces hacia atrás, caminamos alrededor de dos calles en silencio, no es como si tuvieras algo que decirle a este chico, cuando finalmente creo que estamos lo suficientemente lejos lo suelto y él parece más confundido que antes.
