~Una fogata a ver si logras calentar~
N/D
Ayer Jorge me dijo dos palabras que antes deseaba escuchar cada día y que cada vez que las decía hacía mi corazón acelerarse de maneras que no podía explicar ahora ha vuelto a decirlas y lo único que hice para escapar fue ir directo a casa de Miguel y tener sexo con él.
Anoche Jorge me dijo que me quería y yo me acosté con otro.
Despierto envuelta en las sábanas de Miguel, desnuda y por los ruidos que provoca mientras busca que ponerse, abro los ojos y me cubro el pecho con las colchas antes de inclinarme. Miguel me mira con una sonrisa mientras mi mirada se mantiene en su abdomen marcado se coloca la camiseta blanca y pasa las manos por su cabello.
-¡Buenos dias!-Hago una mueca.-¿Dormiste bien?
-Prefieriria seguir dormida.
-¿En serio?-Me mira con una ceja alzada.-Yo desearía que siga siendo de noche.-Sonrio un poco y él toma asiento a mi lado apoyándo su mano en el colchón su mirada queda muy cerca de la mía.-¿Qué ocurre?
-Prefiero no hablar del tema.
-Si vamos a seguir escogiendo que preferimos, estoy dispuesto a confesar que quiero una segunda ronda.
-¿No basto con la de anoche?-Cierra la boca y se queda mirando mis ojos me pasa los mechones detrás de la oreja.
-Anoche no te sentí.-Mis ojos se abren.-No sentí que fueras tú, no como la primera vez.-Me dice.-No te sentí conmigo anoche.-Traga duro y bajo la mirada.
-¿Quién dice que todas las veces el sexo tiene que ser igual?-Guarda silencio.
-¿Es por López?-No respondo y él suspira.-Por favor, dime que no tengo que ir a jugar a los puños con él. Siento las lágrimas en mis ojos otra vez.-Danna...-Niega al ver mi reacción. Me aparto las lágrimas con brusquedad.
-Me ha dicho que me quiere.
-¿Y lloras por eso?
-No estoy llorando.-Niego y él me da una expresión de burla.-No le creo, es todo.
-¿Y tu lo quieres?-Esa pregunta me toma desprevenida.
-¿Qué?
-¿Quieres a Jorge?-Vuelve a preguntarme.-¿Lo quieres? ¿Estás enamorada de él?
-¿Podrías enamorarte de una persona después de hacerte daño? ¿Podrías volver a enamorarte de la misma persona dos veces?
-Esa no fue mi pregunta.-Bajo la mirada una vez más.
-No.-Digo firme.-No estoy enamorada de Jorge.-Me mira como si no me creyera.-Es la verdad.-No insiste.-Tengo clases a la segunda hora.-Menciono y el asiente.
-Quédate todo lo que quieras, dejaré las llaves y si tienes hambre tengo un par de sándwiches en el refrigerador, lo pones en el microondas y...
-Lo sé.-Le interrumpo.-Gracias.-Me mira a los ojos y sonrié.-Te quiero, Danna.-Suspira con la misma sonrisa.-Eres mi amiga y espero que solucionemos lo que hay en tu cabeza.
-Irónicamente tuvimos sexo anoche,¿los amigos también hacen eso?-Finge inocencia.
-Tú tocaste mi puerta y te me lanzaste encima.-Me río.-No iba a negarme.
-Prostituto sin sueldo.-Se ríe.
-Es el insulto más ingenioso que me han dicho.-Besa mi frente y se pone de pie. Miguel se marcha y me quedo hasta las 9 en su casa, llamo a Ester y me hace el favor de prestarme ropa, incluso falta una hora de clases para llegar aquí, juntas volvemos a la universidad y todo marcha perfectamente, a pesar que mi mente no saca a Jorge de mi cerebro. Pienso todo él día en el y en mis palabras frías y duras, cuando lo veo todo regresa a mi como si se tratara de un disparo.
"Jamás voy a amarte y la única forma en que volvería contigo es para hacer lo mismo que tú hiciste conmigo. Romperte el corazón de la misma manera y si puedo hacerlo causarte mayor daño del que me hiciste a mí"
Trago despacio y me acerco a él, supongo que desde hoy ya no viviremos juntos y tendré que regresar a mi martirio de cada día.
-Jorge...-Cierra su casillero y se vuelve hacia mi.
¿Por qué mierda estoy tan nerviosa?
No dice nada y tiene esos ojos dolidos que vi anoche sobre mi otra vez.
-Te ves bien.-Pronuncia y mis ojos se abren.-Anoche estaba preocupado y creo que me preocupe por gusto.
¿Aún después de todo lo que le dije?
Trago despacio y bajo la mirada, vuelvo a subirla cuando me recupero.
-Anoche...
-Está bien.-Me interrumpe y noto dolor en su voz.-No tienes que decir nada,me quedo claro, Danna. Lo arruine, lo eche a perder desde el momento en que elegí a Victoria y créeme que si en ese momento hubiera sabido lo que realmente sentía por ti,j amás hubiera arruinado lo nuestro.
-Jorge...-Niego.
-Pero está echo, no tengo una jodida máquina del tiempo y esta bien anoche dejaste en claro que ya no significo nad en tu vida.-Un nudo se forma en mi garganta.-¿Por qué eso siente por mi, no?-Guardo silencio y la decepción vuelve a ser visible en sus ojos.
Lo siento Jorge, realmente lo siento...
Pero es lo mejor.
Lo mejor para los dos.
Escuchó como maldice en voz baja y está apunto de irse pero mi teléfono suena y lo miro solo una vez antes de contestar, es mamá y me resulta extraño que me llame.
-¿Señorita Rivera?-Parpadeo sin reconocer la voz,pero es el número de mi mamá.-¿Estoy hablando con la señorita Rivera, Danna?
-Si, soy yo.¿Quién ha...?-Le doy una mirada a Jorge, quien me mira confundido.
-¿Es usted familiar de la Señora Patricia Mungía?-Escucho el nombre de mi madre y tengo miedo de que continúe.
-Si.-Respondo y aprieto las manos alrededor del teléfono.-Es mi madre.-Guarda silencio y siento mis ojos llenarse de lágrimas. Jorge me observa preocupado y yo solo tengo mis sentidos enfocados en esa llamada.-¿Ha pasado algo con ella?
¡Por favor, dios!
Por favor, no.
Dios...
-Hablamos de parte del hospital.
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